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Dos momentos de la matanza de ayer en Ifeba. :: Pakopí
De campar por la dehesa a rellenar el bocadillo del recreo

De campar por la dehesa a rellenar el bocadillo del recreo

Los mayores llevaron ayer a hijos y nietos a una matanza didáctica

J. L. G.

Lunes, 29 de febrero 2016, 08:13

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María Luna Carrasco asiste desde hace 58 años a entre tres y cuatro matanzas cada invierno. La penúltima la de casa de su hija hace unos días, la última, ayer en la Feria de Mayores de Ifeba. Ella y una docena de voluntarios más del Hogar de Mayores de Valdebótoa se encargaron de llevar a cabo una matanza didáctica pensada para aquellos que nunca han visto algo así.

Sobre todo había niños con sus padres y abuelos, que de este modo presenciaron una tradición extremeña que empieza con un guarro recién matado encima de una mesa y acaba con chorizos, lomos, salchichones, morcilla, prueba y mondongo, entre otros productos ibéricos. Dicho de otro modo, los niños comprobaron ayer que lo que un día está corriendo por la dehesa termina rellenando su bocadillo y además sabe delicioso.

En este caso la organización se ahorró el sacrificio ante la grada, que empezó viendo cómo se chamuscaba el pelo del animal con un soplete antes de dar paso al despiece.

El veterinario Jesús Santiesteban fue dando las explicaciones, empezando con cómo distinguir un cerdo ibérico puro, a los controles sanitarios que hay que superar en cada matanza para evitar enfermedades.

En la grada había más de 150 personas y cada jamón que salía del cerdo se exhibía como un trofeo.

Cuando el guarro ya había sido abierto en canal y en la artesa había carne suficiente, se hizo una llamada a los niños que quisieran rellenar las tripas para hacer con sus manos chorizos y salchichones. Junto a María Luna, las voluntarias de Valdebótoa Carmen, Isabel, María, Dolores, Luisa y Cati enseñaron a una larga fila de pequeños los secretos de esta tradición ancestral antes de terminar la actividad con una ronda de panceta cuando ya se acercaba la hora de comer, en este caso procedente de otro animal que ya habría sido sacrificado y despiezado días antes, aunque seguramente sin despertar la misma expectación.

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