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Los pacientes, en un pasillo del Infanta Cristina.
El SES acumula pacientes en los pasillos del Infanta Cristina

El SES acumula pacientes en los pasillos del Infanta Cristina

Los familiares critican la falta de espacio y Salud reabre un ala del Perpetuo Socorro y contrata más personal

Rocío Romero

Martes, 13 de enero 2015, 00:16

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José (nombre ficticio) tiene 79 años, acaba de sufrir un ictus y ha pasado la noche del domingo en un pasillo del complejo hospitalario Infanta Cristina. Allí recibió la atención sanitaria de urgencias y le derivaron posteriormente a una cama. 24 horas después permanecía con las mismas sábanas, sin tomarle la tensión ni la temperatura. Es la denuncia que hace su hija Mariló.

José se encontraba ayer, junto a otros 16 pacientes, en un corredor próximo al acceso de Urgencias, entre el laboratorio y una zona de pruebas. Por este pasillo pueden pasar quienes acuden a realizarse pruebas de radiología.

Junto a su cama, otro hombre espera una operación de clavícula.Cayó de su bicicleta el domingo en San Vicente de Alcántara y los servicios de emergencia lo llevaron hasta el hospital con la ropa llena de barro. Los médicos decidieron ingresarlo para operarlo, pero avisaron a su mujer de que se quedaría en el pasillo. Pasó a planta 24 horas después. Sus quejas se centran en el ruido de los ascensores, que tenía muy cerca, la falta de atención (sus familias aseguran que no le proporcionaron calmantes) y la carencia de un aseo. A pesar del barro, sus familiares tuvieron que asearlo en el baño de observación para mujeres. La falta de intimidad ha sido una de las constantes. Los familiares explican que han visto sondar a otros enfermos o poner enemas.

El frío de la noche es, sin embargo, lo que más enfada a enfermos y acompañantes. De madrugada, algunos familiares pidieron mantas para los pacientes, que no recibieron. José tuvo que acudir al baño público, mareado, y entró solo al de hombres porque a su hija le daba vergüenza molestar a otros usuarios de los baños.

Los familiares de estos dos hombres han presentado reclamaciones. A la una de la tarde, un equipo de HOY contó 17 camas, aunque algunos testigos aseguran haber visto 26 durante la mañana de ayer. Cada paciente estaba identificado con un número escrito en papel y pegado a la pared sobre la cama.

Algunos familiares se niegan a hablar por temor a que sus críticas al sistema sanitario puedan perjudicar la atención que reciban sus familiares en los próximos días. Ese es el motivo por el que quienes sí acceden a hablar piden que no se publiquen sus nombres. Otros acompañantes dormían ayer en las sillas junto a las camas, en mitad del pasillo, mientras pasaban junto a ellos el personal sanitario, enfermos o visitantes que buscaban la sala de pruebas, porque la zona de radiología está próxima.

En las camas, pacientes con distintas patologías y necesidades. Algunos con goteros, otros con apósitos y recibiendo curas, otros pendientes de una operación.

Desde el SES aseguraron ayer que la situación se normalizará hoy. Admitieron que están desbordados por la incidencia de los virus debida a las bajas temperaturas y la ausencia de lluvias. Argumentaron que las urgencias atienden a una media de entre 150 y 170 pacientes cada fin de semana. En el último recibieron a 240 enfermos.

El Servicio Extremeño de Salud ha habilitado 40 camas más y ha contratado a más personal para paliar esta situación. En el complejo hospitalario Infanta Cristina se dispusieron 16 camas de una sala de observación. También se incorporaron cinco auxiliares de enfermería y cinco enfermeros para atender a los ingresados. Además, el SES decidió abrir una de las áreas clausurada en el hospital Perpetuo Socorro. La parte izquierda, que es la que se abre para esto, se encuentra habitualmente cerrada y solo se usa para atender situaciones similares. El ala derecha de esta planta está dedicada a otorrinolaringología. Por la tarde se habilitaron 24 camas más y comenzaron a trabajar diez enfermeros y diez auxiliares de enfermería.

La apertura de estas alas vacías era una de las reivindicaciones que más repetían los familiares. La medida que adoptó ayer el SES es extraordinaria, pero sigue la decisión de años anteriores. En 2013 reabrieron el ala derecha de la quinta planta debido a un pico de urgencias como el que se está produciendo estos días. En 2009 se tomó la misma medida en previsión de una posible pandemia de la gripe A. En 2008, las enfermedades asociadas al frío obligaron a recuperar una zona cerrada de ese mismo hospital.

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