El Ayuntamiento niega que se diera comida caducada a niños

Las familias, denunciaba Podemos, lamentan que las raciones de comida han ido reduciendo su cantidad hasta el punto de que no llegan a cubrir la alimentación de los más pequeños. También denunciaban que se han repartido algunos alimentos con la fecha de consumo preferente vencida o fruta en estado lamentable, que, temían, pudieran «ocasionar problemas de salud».

El Ayuntamiento ha contestado que no ha recibido ninguna reclamación ni queja de las familias que están recibiendo los paquetes de comidas que proporciona el Ente Público Extremeño de Servicios Educativos Complementarios (Epesec).

Respecto a las acusaciones de Podemos, el Consistorio asegura que las etiquetas de las comidas reflejan la fecha máxima de caducidad y el pasado martes, 28 de abril, la etiqueta indicaba erróneamente la fecha de caducidad el 13 de junio, cuando debería haber puesto el 14 de mayo, «muy alejado del consumo para el cual se sirve (dos días)». Y asi se comunicó a los centros educativos.

El Ayuntamiento es el que reparte esos menús, a través de los voluntarios y con la colaboración de una empresa local, y lo hace los martes y viernes, repartiendo los menús puerta a puerta a más de 131 alumnos.

De esta forma, aseguran, se evitan salidas innecesarias durante el confinamiento, aunque anuncian que se están estudiando otras posibilidades para las fases de «desescalada».

Sobre la cantidad de comida que se sirve en los menús, fuentes municipales apuntan que «están adecuados a una equilibrada alimentación infantil, con raciones suficientes y proporcionadas a la edad de los receptores». No niega, sin embargo, que «excepcionalmente, en alguno de los servicios, estos no se ajusten a dicha cantidad».

Por último, avisan de que si alguna familia beneficiaria del servicio advierte algún error o deficiencia, lo hagan saber al Ayuntamiento para dar traslado de la reclamación al Epesec, o lo comunique a su centro educativo.