Una tarjeta que financia de manera flexible las compras de agricultores a las cooperativas que pertenecen

Piensos, semillas y fertilizantes son sólo algunos de esos productos que los agricultores compran de forma recurrente a la cooperativa. Es lo que se denomina con el concepto insumo. Para ser plenamente productivos, los trabajadores del campo necesitan servicios que a menudo no están disponibles en las zonas rurales. Son las cooperativas y organizaciones de productores las que proporcionan estos elementos.

Desde BBVA han pensado en la financiación de estos insumos con el objetivo de ofrecer un instrumento de financiación flexible. Se trata de una tarjeta de crédito específica para cooperativistas que está teniendo una gran acogida. La forma de pago de estos insumos por parte de los cooperativistas en muchos casos se hace contra la entrega de la cosecha y en otros de forma aplazada, lo que provoca que sea la liquidez de la cooperativa la que se vea afecta. En casos extremos, hasta tiene que asumir la deuda.

Con esta tarjeta eso no sucede porque se flexibilizan los plazos y el riesgo lo asume el banco y no la cooperativa. De este modo, es el agricultor el que decide el momento en el que amortiza el total del saldo de la tarjeta con un mínimo de una vez al año. Además, es el banco el que asume la posible morosidad del riesgo por impago de la tarjeta del agricultor.

Con esta herramienta, que permite personalizar la tarjeta al incluir el logo de la cooperativa, se obtiene un mayor control sobre los gastos al simplificar la contabilidad de la cooperativa. También ofrece informes mensuales y anuales que remite el banco de forma detallada y cuenta con servicios de atención telefónica permanente.

Además, los usuarios se benefician de las amplias coberturas de seguros asociados. Entre otros, de accidente, de asistencia y tarjeta de emergencia.