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Una cosechadora recoge aceitunas en un olivar superintensivo. :: HOY
Prohibido coger aceitunas de noche

Prohibido coger aceitunas de noche

La Junta frena la recogida mecanizada nocturna para evitar daños a las aves

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Martes, 12 de noviembre 2019

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El zorzal, el petirrojo o los jilgueros están de enhorabuena. También los grupos ecologistas, impulsores de una medida a la que Extremadura acaba de sumarse, al igual que hace unas semanas Andalucía y Castilla-La Mancha, las otras dos regiones principales con hectáreas de olivar superintensivo (entre 1.000 y 2.000 árboles por hectárea). Entre este miércoles y al menos hasta el 1 de septiembre del próximo año se podrá cosechar aceituna por la noche en los campos extremeños. Queda prohibida la recolección en explotaciones de superintensivo con máquinas cosechadoras, como se viene haciendo desde hace un tiempo, entre la puesta del sol y el amanecer.

Con esa medida, recibida entre críticas por los agricultores, se busca evitar la muerte de miles de pájaros, denuncian los colectivos 'verdes', que se refugian o anidan cuando cae la noche en los setos de plantas que conforman el olivar superintensivo. El Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas han adoptado esta prohibición de forma cautelar –en el caso extremeño, por diez meses– «hasta que no se disponga de estudios científicos concluyentes para cuantificar su impacto».

Tradicionalmente las aceitunas se han recogido a mano y desde luego siempre de día. El crecimiento cada vez mayor de hectáreas de olivar intensivo y superintensivo ha hecho, de un lado, que se mecanice la cosecha con máquinas idénticas a las que, por ejemplo, se usan para la vendimia. De otra parte ha introducido una práctica hasta hace poco inédita en la región: que esas cosechadoras trabajen por la noche para coger aceitunas casi a oscuras gracias a un foco de luz. Como también sucede cada vez más con la uva.

«En Extremadura ya hay al menos 10.000 hectáreas de olivar en regadío intensivo o superintensivo. Y esto hace que las cosechadoras cada vez estén más presenten en las parcelas y se adelante la campaña de recogida de aceituna para aceite. Antes era a partir de mediados de noviembre y ahora ya se hace en octubre», relata José Pino, gerente de la cooperativa La Unidad, de Monterrubio de la Serena.

Los olivares son muy apreciados por las aves migratorias. Desde finales del verano hasta bien entrado el otoño, varios millones de pájaros procedentes del centro y norte de Europa llegan a Extremadura y Andalucía para pasar el invierno, o bien hacen parada aquí en su viaje hacia el continente africano.

«Estas aves son aliadas en la eliminación de insectos perjudiciales para los cultivos», se puntualiza desde Ecologistas en Acción.

Hasta hace poco, las cosechadoras de olivar superintensivo trabajaban durante el día, sin impacto negativo en las aves. Pero ahora lo hacen también por la noche por una cuestión de ahorro económico y agilidad en la recogida de la aceituna.

Vulnerables

«Cada vez hay más hectáreas de olivar superintensivo y los agricultores contratan por horas o por hectáreas esas cosechadoras. Se busca que tarden el menor tiempo posible en cosechar las aceitunas y por eso desde hace un tiempo se está recogiendo por la noche. Todavía no es algo muy extendido pero tampoco se puede decir que sea raro», explica a HOY Miguel Monterrey, presidente de la cooperativa Nuestra Señora de Perales de Arroyo de San Serván.

Cuando las cosechadoras recolectan sin luz solar las aves se encuentran «dormidas y vulnerables en los setos de olivar que son cosechados, sin margen alguno para poder escapar. Son engullidas por la maquinaria. Tal es así al estar además ayudados de focos y faros de luz, lo que ciega a las aves e impide su escape», recoge un documento de la Junta de Andalucía para justificar la prohibición.

Ese texto de la Administración andaluza introduce que se adopta la prohibición de recogida mecanizada nocturna con el objetivo de «compatibilizar las prácticas agrícolas con la conservación de la biodiversidad, teniendo en cuenta la preocupación que ha manifestado la Comisión Europea al respecto».

«Somos un sector estratégico y cada vez nos ponen más trabas en vez de ayudarnos», clama Monterrey, disconforme con el impedimento, aunque sea provisional hasta el próximo año, de utilizar cosechadoras para coger aceitunas por la noche.

El precio de alquiler de esas cosechadoras por hora es de unos 200 euros aunque es más habitual contratarla por hectárea recolectada. En ese caso el precio ronda los 270 euros.

Por último, el presidente de Apag Asaja, Juan Metidieri, reclamó la derogación de esa resolución de la Junta de Extremadura. Opina Metidieri que se debe permitir que las labores se sigan realizando «como se está haciendo dado que no hay ningún estudio científico que acredite daños a las aves. No se puede estar todo el día legislando y poniendo trabas al campo si no queremos que se queden vacíos nuestros pueblos».

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