«El regadío genera dinero y economía en todas direcciones»

–¿Cómo empezó la idea de llevar el regadía a Tierra de Barros?

–Se empezó a hablar en el año 2000, pero el proyecto se quedó dormido. Sin embargo, se empezaron a hacer charlas entre los agricultores, las cooperativas y las SAT (sociedades agrarias de transformación) de lo que iba a hacer el riego en Tierra de Barros. Salió un proyecto muy disperso y en 2015 ya se hicieron los estatutos. Es un proyecto que lo he cogido desde sus comienzos y evidentemente sé que será un camino muy largo, pero también hemos recorrido mucho. Lo he visto nacer y me gustaría verlo crecer.

–¿Y parece que aún falta para eso?

–Es un proyecto tremendo y necesita muchos pasos que hay que dar con firmeza. Nosotros no estamos aquí para ilusionar a nadie, estamos para informar a la sociedad. Y no queremos engañar a nadie. Estamos aquí para defender los derechos de los comuneros y hacer que el proyecto sea viable.

–¿Lo vio viable desde el principio?

–Es evidente que cada vez llueve menos y hay zonas cercanas que tienen riego y tienen otras posibilidades de cultivo. El regadío da seguridad a las familias en años en los que no llueve. Yo, como agricultor, me interesé desde el principio, pero cuando vas consiguiendo objetivos, pues se crea esa ilusión. Creo que en toda la junta de gobierno para que el proyecto salga adelante.

–Las obras comenzarán en 2023, ¿se le hace largo?

–No, sinceramente pensaba que iba a ser más tarde. El proyecto de obras ha tenido casi 18 meses de ejecución, porque es muy complicado y creo que se ha mejorado muchísimo el anteproyecto. Siguiente paso, que CHG nos conceda el agua, ahora el proyecto de impacto medioambiental. Aunque no lo parezca, en cinco años se han hecho muchísimas cosas. El último paso que nos queda ya es el pliego de condiciones y sacar el proyecto a licitación. Hay comunidades de regantes que se han llevado 25 años para estar donde nosotros estamos ahora. Estamos a las puertas de comenzar las obras.

–¿Cree que va a marcar un cambio en la agricultura?

–Rotundamente sí. En Extremadura no se ha hecho nunca un proyecto de esta envergadura.

–¿Contribuirá a la agrupación parcelaria?

–Al revés, la media de propiedad del comunero no llega ni a tres hectáreas. Somos 1.200 y pico. Yo creo que la ilusión de los comuneros después de cinco años sigue estando intacta, porque a día de hoy ya se ha cerrado el proyecto en 15. hectáreas, pero hay en la reserva más de 900.

–¿Llegarán nuevos cultivos?

–Sí, y con ellos las empresas auxiliares. Cuando vas a Montijo te das cuenta de cómo ha evolucionado y la cantidad de empresas secundarias y terciarias que hay porque el regadío genera dinero y genera economía en todas las direcciones. Yo creo que va a generar una riqueza de no somos capaces de verla. Y ayudará a fijar población rural.