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Ovejas merinas y cabras extremeñas que cruzarán este domingo el centro de Madrid. HOY

Cien cabras extremeñas serán protagonistas este domingo en Cibeles

Tras el parón por la pandemia regresa la Fiesta de la Trashumancia, que alcanza su edición número 28

mari carmen fernández de vega

Sábado, 23 de octubre 2021, 19:50

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Mil ovejas merinas y cien cabras retintas extremeñas serán este domingo las protagonistas en la 28 edición de la Fiesta de la Trashumancia que se celebra en Madrid. El objetivo de esta cita es la lucha por la conservación y el uso de las cañadas reales y las vías pecuarias de la península.

Este año se retoma así la actividad trashumante por el centro de la capital, después de que en el 2020 se suspendiera a causa de la covid. Como en ediciones anteriores, está previsto que el rebaño recorra el antiguo trazado de la cañada real de Madrid desde la catedral de la Almudena, pasando por la puerta del Sol, calle de Alcalá hasta la plaza de Cibeles, donde a las 13 tendrá lugar el tradicional pago de 50 maravedíes.

Este sábado las ovejas pacerán en la casa de Campo, en las inmediaciones del arroyo de Valdeza. Hace casi un mes que el rebaño partió de Cervera de Pisuerga y Polentinos, en la cordillera cantábrica palentina.

Jesús Garzón fue una de los padres del Parque Nacional de Monfragüe, creado en 1979 y desde hace casi treinta años trabaja por la conservación de las cañadas reales. El también presidente de Trashumancia Naturaleza y del Concejo de la Mesta dice que será este su último año como pastor trashumante porque «es el Estado el que tiene que garantizar el uso de las cañadas y el relevo generacional».

España dispone de 125.000 kilómetros de caminos ganaderos que conectan todas las comarcas de la península y el futuro del pastoreo trashumante depende de la conservación de estas vías pecuarias.

Alrededor de quinientas familias continúan con la tradición ganadera trashumante en España, estima Garzón. Las mismas que tienen que enfrentarse habitualmente a la falta de agua en los caminos pecuarios. «En las cañadas no hay agua y es una verdadera vergüenza que estemos andando cientos de kilómetros sin que el ganado pueda beber, cuando alrededor hay agua en abundancia para los maíces, los girasoles o los tomates». Es imprescindible que cada seis kilómetros haya «una charca» en las cañadas.

Acompañan al rebaño trashumante tres pastores, uno de ellos es extremeño. Javier Castellano González tiene 58 años y con dos años de experiencia trashumante asegura que esta actividad ganadera no está bien valorada. «Si estuviera bien valorada no se perderían las cañadas, ni se apropiaría la gente de ellas para hacer siembras». El cacereño reconoce que «no es fácil ser pastor. Tienes que trabajar de lunes a lunes sin parar. Los animales comen todos los días».

Pese a las dificultades, Jesús Garzón sigue creyendo que el pastoreo es un oficio de futuro y que es fundamental seguir apoyándolo «si queremos cumplir los objetivos de luchar contra el cambio climático y conservar la bodiversidad». También cree que es una buena opción laboral. «Para chicas y chicos jóvenes, que les guste la naturaleza, es un oficio maravilloso. Con 100 cabras puede vivir una familia perfectamente. Y con 500 ovejas».

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