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¿Qué ha pasado hoy, 16 de abril, en Extremadura?
José Antonio Requejo, identificando a una de las ovejas. :: J. S. P.
Un chip para controlar la leche que da cada oveja

Un chip para controlar la leche que da cada oveja

Finca Pascualete utiliza la tecnología para vigilar a los animales y decidir así cuánto tienen que comer o cuándo deben aparearse

JAVIER SÁNCHEZ

Jueves, 2 de mayo 2019, 13:39

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José Antonio Requejo no para. Unas veces está en Inglaterra y otras en Francia o Italia para hacer trabajos de asesoramiento. También va a Estados Unidos y hace un tiempo se reunió con un grupo chino. Entre esos viajes y encuentros, no falta a su cita con el ganado ovino de leche de la explotación de Finca Pascualete, de Trujillo. Este veterinario ha implantado un sistema para la gestión, reproducción y genética de este ganado. Se trata de la identificación electrónica con el objetivo de obtener leche durante todo el año y con la mejor calidad para la producción de sus quesos.

El secreto está en un chip, envuelto de un bolo rumial, de unos 72 gramos, que se administra vía oral y se sitúa en el segundo estómago de estos animales. A partir de ahí, se obtiene información de esas ovejas cuando pasan por un arco lector. De este modo, se puede saber la producción del leche que ha dado, así como todo su historial, el número de veces que ha parido y las crías que tiene, además de si las madres han sido buenas productoras.

Todo ello queda reflejado en un programa de gestión llamado Alpro. Gracias él, Requejo tiene el control de la ganadería desde un ordenador, en cualquier parte del mundo. El gerente de la explotación, Antero Murillo, asegura que con este sistema, el manejo tradicional de los animales se pone al servicio de la informática y las nuevas tecnologías. «Este sistema ayuda a tomar las decisiones oportunas», añade.

Por tanto, este veterinario se pasa horas y horas delante de un ordenador haciendo lectura de esos datos. Así, puede dar órdenes para separar animales de un lote o adelantar ese ordeño, entre otras decisiones. El gerente de la explotación matiza que esta labor va unida siempre al bienestar animal para que esté en el mejor estado posible con unas condiciones e instalaciones idóneas y punteras.

Requejo, con reconocimiento internacional en el sector, considera que esta explotación es de las pocas en ovino de leche en Extremadura que utiliza este sistema. Explica que su trabajo se centra en seis pilares fundamentales, a través de la información que se saca de esos chip. Uno de ellos es priorizar la genética y la forma de hacerla crecer. Para ello, con los apuntes que se tiene, se eligen las 'top', para trabajar con ellas.

Las ovejas saliendo de esa gran ordeñadora de la explotación:: J.S.P.
Las ovejas saliendo de esa gran ordeñadora de la explotación:: J.S.P.

Otro aspecto fundamental es la alimentación. Su control favorece las parideras para que las madres puedan producir leche. Si se tiene controlada, si es idónea, es más fácil que se cubran los animales, paran y que las madres produzcan leche. Hay que tener en cuenta que se procura que las ovejas aprovechen el campo lo máximo posible durante todo el año. En determinados momentos y en condiciones concretas, esa alimentación hay que complementarla para que el animal esté en un estado idóneo para se pueda cubrir y dar leche con facilidad. «El programa nos dice cómo actuar», señala Murillo. Para ello, tanto el veterinario como el responsable de la ganadería están en continuo contacto. Insiste en que se hace un manejo tradicional del animal, mediante una gestión «muy moderna».

La reproducción

Otro pilar es el aspecto reproductivo. El veterinario hace hincapié en que hay que disponer de leche durante todo el año. Por tanto, se cuenta con diferentes lotes de ovino. Cuando uno está pariendo, otro está siendo ordeñado, mientras que otro está en el campo alimentándose. «Solo es matemáticas», asevera. Si se tienen controlados los datos, se pone uno de esos lotes a cubrir, sabiendo, más o menos, el tanto por ciento de fertilidad que tienen. Este profesional reconoce que lleva media vida trabajando en este aspecto y analizando curvas de adaptación de cuándo y cómo paren los animales. «No hay cosa más previsible que la reproducción de una oveja», señala. En un momento dado, se pueden aumentar los niveles de alimentación para que el proceso reproductivo pueda arrancar.

José Antonio Requejo, buen conocedor del sector, considera que otra piedra clave de este proyecto es el personal, hay que tener un gran conocimiento de esos animales. «Lo que esta gente sabe, eso ya se está perdiendo». Apunta que en Finca Pascualete saben manejar los animales del modo tradicional, pero adaptándose a las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas. Por ello, opina que es complicado encontrar una plantilla que se desenvuelva en las dos facetas.

Esos factores se unen a los importantes recursos tecnológicos. Reconoce que cuando llegó a esta explotación hubo que hacer una importante reforma y «ahí están los resultados». Un ejemplo de esa tecnología es el sistema de ordeño. Con tan solo unos cuantos trabajadores, se pueden ordeñar unas 3.500 ovejas al día entre mañana y tarde. La capacidad de esta maquinaria es cien ovejas a la vez. Cada oveja pasa por ese arco lector, se le asigna un puesto en la gran ordeñadora y queda reflejado la cantidad de leche que ha dado, tanto mañana como tarde. Así se sabe la producción que tiene.

El último pilar fundamental es la sanidad, con la intención de aminorar los riesgos que puede haber. Para ello, están las vacunas en relación a las posibles enfermedades que pueden existir en el lugar. Con todo ese trabajo, se procura tener una explotación que cumpla las expectativas.

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