Borrar
Directo Directo | Con la Crucifixión termina el Vía Crucis en el Cerro de Reyes de Badajoz

POCA AGUA, PERO BIEN GESTIONADA

Los agricultores han reducido casi un 25% su consumo de agua en los últimos quince años, gracias a los modernos sistemas de riego, que necesitan consumir más energía, que paga el agricultor, y, a cambio, reducen de forma muy significativa el consumo de este bien escaso

ANÁLISIS AGRARIO JUAN QUINTANA

Lunes, 19 de mayo 2014, 09:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

EL debate sobre el agua adquiere más importancia según el calor comienza a golpear a nuestros campos, algo que ya está sucediendo en muchos lugares de España. Por otro lado, se acaba de celebrar el XIII Congreso Anual de Comunidades de Regantes. Como era previsible, la cuestión de la tarifa eléctrica en los regadíos ha vuelto a asumir protagonismo, pero no parece que el escenario haya cambiado. El nuevo equipo ministerial pretende solucionarlo, pero desde el Ministerio de Industria, Energía y Turismo las cuentas no salen y no dan su brazo a torcer; entre otras cosas, para no sentar precedentes, ya que hay otros muchos colectivos en cola. Cierto es que el caso de los regadíos es singular, ya que no trata de quitar o poner ayudas al precio de la energía, sino de cobrar solo por los periodos de consumo, que son muy cortos, evitando la tarifa fija en el resto. Se ha realizado una inversión aproximada de 6.000 millones de euros para ahorrar en consumo de agua, con una subida eléctrica del 90% para este sector, desde 2008. Tampoco al sector le salen las cuentas.

Para entender mejor la paradoja del agua en el agro, hay que pensar que los agricultores han reducido casi un 25% su consumo en los últimos quince años. Gracias a los modernos sistemas de riego y a la importante inversión pública y privada en modernización de regadios, la demanda hídrica agrícola ha pasado del 80% en 1999 a un 63% en la actualidad, de acuerdo con los últimos datos de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore). Los actuales sistemas de riego localizado necesitan consumir más energía, que paga el agricultor, y, a cambio, reducen de forma muy significativa el consumo de este bien escaso.

Gracias a este esfuerzo, el riego de precisión ya representa más del 48% de la superficie de regadío en España. Somos el segundo país del mundo, solo superados por Israel, que se sitúa por encima del 70% Sin embargo, en superficie total ocupamos la primera posición, más incluso que Estados Unidos. También hay que destacar, que, gracias a ello, somos capaces de producir muchos más alimentos, ya que, de media, una hectárea de regadío equivale a seis de secano.

En Extremadura se regó en 2013 el 6,3% de su superficie, un 23,4% de la tierra cultivada, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Llama mucho la atención el rápido incremento del riego localizado, que pasó de 47.000 hectáreas en 2004, a 105.000 en 2013, mientras que el de gravedad cayó en el mismo periodo un 4%. Fue precisamente en 2013 cuando por primera vez la superficie de riego por goteo superó a la de gravedad. Ambas técnicas de riego representan más del 80% del regadío extremeño.

En cuanto a superficie de cultivo en regadío destaca el maíz, con 75.000 hectáreas, que suponen casi el total del maizal. Le sigue en importancia el olivar irrigado, que cubre 41.000 hectáreas, aunque solo implica alrededor del 20% de los campos de olivos de esta región, estando el resto en secado. El arroz, a pesar de estar el 100% bajo riego, se cultiva en 24.000 hectáreas, menos que las praderas prolíficas y ligeramente por encima que el viñedo en regadío.

En otro orden de cosas, pero muy vinculado a la pluviometría, la apicultura no pasa por un buen año en Extremadura. La falta de agua de primavera ya mencionada, ha supuesto pérdidas para el sector extremeño de hasta el 60% de la miel y el polen, según ha denunciado la Asociación Profesional de Apicultores de Extremadura (Apaex). En el plano positivo, aunque no sirva para compensar las pérdidas, la miel mantiene en la campaña 2013/2014 la tendencia alcista de los últimos cinco años. Según los datos del Magrama. La miel multifloral a granel ha situado su precio por encima de los tres euros el kilo, lo que supone un incremento del 2,7 por ciento con respecto a la campaña 2012/2013. El precio de la miel envasada creció aún más, con la multifloral a 4 euros y medio por kilo, un 10% más que en la campaña anterior.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios