Los arroceros piden a la UE que les proteja de las exportaciones asiáticas

Los esfuerzos realizados por la Comisión Europea para poner en marcha la cláusula de salvaguardia para el arroz tipo Indica procedente de Myanmar y Camboya han tenido un impacto efímero, tal y como se expuso durante el Grupo de Diálogo Civil de Arroz celebrado el pasado 16 de septiembre de 2020. Además, esta decisión adoptada por la Comisión ha permitido a Myanmar, desde que entraron en vigor las medidas de salvaguardia, triplicar e incluso cuadruplicar durante algunos meses sus exportaciones de arroz tipo japónica a Europa.

El arroz está profundamente arraigado en el territorio y se cultiva en ocho países de la UE, entre ellos España. Tal y como destaca el Copa- Cogeca, el cultivo del arroz proporciona alrededor de 50.000 puestos de trabajo directos e indirectos, en zonas en las que no es posible producir ningún otro cultivo. Además, este cultivo proporciona muchos beneficios medioambientales esenciales para mantener la biodiversidad, un hábitat de humedales y una fuente de alimento para muchas especies animales.

Según el estudio «Impacto económico acumulado de los acuerdos comerciales en la agricultura de la UE», publicado por el Centro de Investigación, JRC, en enero de 2021, el arroz es uno de los sectores más perjudicados por la política comercial de la UE y sus acuerdos. El estudio presenta un aumento de las importaciones de entre el 2,7% y el 3,9% para 2030 y una reducción de la producción europea de arroz de un 1,5% y de un descenso del 7% en los precios.

Dados los alarmantes resultados del estudio del JRC sobre las futuras perspectivas comerciales del arroz, así como la falta de derechos sobre la otra categoría principal de arroz (japónica), el Copa-Cogeca ha solicitado a la Comisión que prorrogue las medidas de salvaguardia sobre el arroz de Camboya y Myanmar más allá de la fecha de expiración y que las aplique también al arroz de tipo japónica.

Además, se ha pedido a la Comisión que, dados los desafortunados acontecimientos políticos recientes ocurridos en Myanmar, se retiren las preferencias comerciales sobre el arroz hasta que la situación en el país asiático mejore.

Para el sector arrocero europeo si la Unión Europea sigue adelante con el ambicioso «Green Deal» sin garantizar el mantenimiento de la producción agrícola y su competitividad, «se pondrán en tela de juicio las bases de los acuerdos comerciales actuales. Al facilitar el acceso al mercado en sectores sensibles a terceros países que no comparten las mismas ambiciones ecológicas, el impacto acumulado ejercerá una enorme presión sobre los agricultores de la UE, lo que reducirá considerablemente su capacidad de invertir en nuestros recursos naturales, socavando así los objetivos del Pacto Verde».