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Un trabajador de Viñaoliva durante el envasado de aceite de esta campaña en Almendralejo. J. M. ROMERO
Marcha atrás a la prohibición de vender aceite virgen extra en envases de plástico

Marcha atrás a la prohibición de vender aceite virgen extra en envases de plástico

El Ministerio rectifica en la tercera versión del proyecto de la nueva Norma de Calidad del sector oleícola, medida que aplauden los envasadores

Inma Lopera

Sevilla

Lunes, 8 de marzo 2021, 12:01

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El Ministerio de Agricultura ha sometido a información pública la tercera versión del Proyecto de Real Decreto por el que se aprueba la norma de calidad de los aceites de oliva y de orujo de oliva, con fecha de 23 de febrero de 2021.

Un nuevo documento en el que se rectifica una de las medidas que más polémica levantó en el sector oleícola, como fue la prohibición de la comercialización de los aceites de oliva vírgenes extra destinados a los consumidores finales en recipientes de plástico, a excepción de los suministrados en envases monodosis.

En esta tercera versión, el Gobierno da marcha atrás y elimina esta prohibición, que fue alegada por el conjunto del sector oleícola, ya que «no se justificaba ni por criterios de calidad, ni de seguridad alimentaria, ni de sostenibilidad ambiental y mucho menos económicos», recalca el director de la Asociación Nacional de industriales envasadores y refinadores de aceites comestibles (Anierac), Primitivo Fernández, que recuerda que la gran mayoría de los aceites se envasan en material PET, el plástico más usado en la industria agroalimentaria, y ofrece «las mismas garantías de seguridad y sanitarias que el vidrio».

Cuestión voluntaria

Esta obligación «no hacía ningún favor al aceite de oliva virgen extra», por lo que los envasadores aplauden que sus alegaciones hayan sido tenidas en cuenta. «En esta nueva versión el Gobierno lo establece como una cuestión voluntaria, y en ese terreno nos sentimos muy cómodos», enfatiza Primitivo Fernández.

Ahora, el Ministerio da la posibilidad a los operadores de elegir el envase que prefiere pensando en el consumidor al que se dirige. Así, en el Artículo 10: Mejora de la percepción de los consumidores del aceite de oliva virgen extra, se dice que el Ministerio y las asociaciones representativas del sector productor, de la industria y de la distribución, acordarán un código de buenas prácticas antes del 1 de octubre de 2022.

Un código que permita «la mejora de la percepción de los consumidores del aceite de oliva virgen extra, promoviendo estrategias para su diferenciación y valorización, incluyendo el uso de envases y formas de presentación que permitan diferenciarlo de los aceites de otras categorías». La adhesión a este código de buenas prácticas será voluntaria.

Separación de instalaciones

Desde el sector oleícola, Anierac, Asoliva, Infaoliva y ANEO alegaron conjuntamente en el primer borrador, presentado hace ya un año, la separación entre instalaciones, algo que «se ha corregido a medias en la última versión».

Así, la norma recogía que las almazaras, las plantas de refinación y las extractoras de aceite de orujo debían estar debidamente aisladas o separadas de cualquier otra industria o local ajeno a sus cometidos específicos y, en particular, de los dedicados a la producción, transformación, almacenamiento a granel y envasado de grasas animales o vegetales y de grasas y aceites industriales o minerales.

Ahora se flexibiliza esta exigencia, ya que la separación entre las almazaras, las refinerías y las extractoras sólo se tendrá en cuenta si son industrias de nueva creación, pero se exime de este cumplimiento a las que ya estuvieran en funcionamiento a la entrada en vigor de esta norma.

Trazabilidad

La medida no acaba de gustar a los envasadores, que mantienen que supondrá a la industria española «una inversión enorme y un sobrecoste en la comercialización de su aceite que no tendrá la industria europea», por lo que el aceite español «será menos competitivo».

Y es que «más que una inversión estamos hablando de una reconversión de la industria», critica el director de Anierac, que explica que «el nuevo sistema de trazabilidad que incluye la norma de calidad hace imposible cualquier práctica fraudulenta, por lo que ya hay medios más adecuados, más eficaces y menos costosos en marcha que la separación de las instalaciones».

Respecto a la trazabilidad, la norma recoge que se desarrollará un soporte informático por el Ministerio de Agricultura, y que será obligatorio que los operadores, y en particular aquellos que disponen de instalaciones, dispongan en el lugar donde se hallen los productos de un sistema de registros de trazabilidad, en el que las anotaciones se efectúen en tiempo real.

Sin embargo, no estarán obligados a llevar los registros establecidos por la presente norma los almacenes dedicados exclusivamente al almacenamiento y la distribución de aceites de oliva y de orujo de oliva envasados y dispuestos para su venta al consumidor final, y los comercios minoristas.

La norma establece una serie de prácticas prohibidas, como la elaboración en territorio español para consumo interno de mezclas de aceites de oliva y de orujo de oliva con otros aceites o grasas de origen vegetal, así como el trasvase o rellenado de recipientes o envases destinados al consumidor final.

Igualmente, se prohíbe el depósito, almacenamiento y transporte de aceites de oliva y de orujo de oliva que no estén debidamente identificados con la categoría de producto que le corresponde.

El plazo para presentar alegaciones a este tercer borrador de la nueva Norma de Calidad del aceite de oliva está abierto y finalizará el 12 de marzo, inclusive.

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