Una campaña histórica: la cosecha de cereal solo cubrió el 30% de la demanda
«No se salvó nada. Al menos aquí en la Campiña Sur. Es que no se llegaron a meter las cosechadoras siquiera y eso remató al sector»
La campaña del año pasado fue realmente histórica. Para mal, claro. «No se salvó nada. Al menos aquí en la Campiña Sur. Es que ... no se llegaron a meter las cosechadoras siquiera y eso remató al sector», enfatiza Cándido Méndez, presidente de la principal cooperativa cerealista de la comarca referente de este subsector agrario en Extremadura. La combinación de altas temperaturas en marzo y, sobre todo abril, a la que se sumó una sequía prolongada en esta zona del sureste extremeño, fue la puntilla para los productores.
«Si a eso le sumamos los costes de producción, fertilizantes, herbicidas, gasóleo..., te puedes imaginar el desaste total que supuso», refrenda el agricultor. Los abonos de sementera aumentaron un 70% y el gasóleo un 50% respecto a la pasada, se informaba entonces desde la comunidad de Castilla y León, el principal territorio nacional productor de cereal.
Méndez habla, en el caso extremeño del cereal de secano, de la peor cosecha en lo que llevamos de siglo. En el conjunto de España, a mitad de julio, Cooperativas Agro-alimentarias de España ofreció una estimación muy llamativa para corroborar esa afirmación.
La asociación que agrupa a buena parte del cooperativismo español preveía que la cosecha nacional de cereales 2023/24 cubriría apenas un 29,2% de la demanda interna de consumo. Solo alcanzaría los 10,2 millones de toneladas, pero incluyendo aquí el maíz, con lo que se necesitaría importar las otras dos terceras partes.
Cooperativas de España estimó un déficit de 24,74 millones de toneladas de grano en la campaña de comercialización que se inició el 1 de julio y que debe ser cubierta por importaciones de otros países de la UE y, sobre todo, de otros territorios extracomunitarios.
Si en Extremadura la campaña cerealista fue extraordinariamente escasa, en Castilla y León, el granero cerealista de España, tampoco se salió del guion. En su caso, fue la segunda peor campaña del siglo.
La producción mundial fue buena; China, India y otros países de la UE tiraron del carro
Según la Junta de esa comunidad, la producción estimada iba a alcanzar los 3,24 millones de toneladas, lo que suponía una reducción del 52% respecto a la media de los últimos cinco años (6,7 millones de toneladas) y un 37% inferior a la de la campaña pasada, que, sin ser buena, alcanzó los 5,2 millones de toneladas. Estos datos muestran que la región vecina estaba ante la segunda peor cosecha de este siglo, solo superada por la de 2017, cuya producción fue únicamente de 2,7 millones de toneladas.
El descenso en Castilla y León es similar al sufrido en España, donde apenas se recogería 8,3 millones de toneladas, decía el Ejecutivo castellanoleonés, de las que Castilla y León aportaba en torno al 40 %, un peso similar al de un año normal.
En cambio, en el contexto mundial, salvo los países del norte de África, donde la cosecha fue corta también por la sequía, hubo una buena producción. En ello influyó mucho China, India y el conjunto de países productores de la Unión Europea excluido, como se ha indicado, España.
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