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tareas de recolección de cerezas en una finca del Valle del Jerte
La cereza del Jerte se salva de las tormentas en plena campaña de picotas

La cereza del Jerte se salva de las tormentas en plena campaña de picotas

La denominación de origen espera una producción un 25% inferior a lo normal por el tiempo adverso durante las semanas de cuajado

CALUDIO MATEOS

Sábado, 9 de julio 2016, 00:19

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Los empresarios cereceros del Valle del Jerte y los cientos de trabajadores que se afanan estos días en la recolección de la picota han pasado el martes, miércoles y jueves de esta semana mirando al cielo. «Hemos estado tres días rodeados de tormentas, pero al final nos hemos salvado de milagro», afirmó ayer Ignacio Montero, presidente del consejo regulador de la Denominación de Origen Valle del Jerte. Una lluvia intensa acompañada de viento y granizo, como la que azotó Plasencia el martes por la noche, hubiera terminado de dar al traste con una campaña que ya va a ser de por sí un 25% inferior a lo habitual.

Una vez pasada la alerta, al menos de momento, Ignacio Montero dedicó la mañana de ayer a comprobar si se habían producido daños en la cosecha. Fueron muchas las tormentas que entre el martes por la tarde y el jueves por la noche se desarrollaron y descargaron en el norte de la provincia de Cáceres, que estaba en alerta por este motivo. Tras contactar con numerosos productores confirmó que, a diferencia de lo que ocurrió el pasado año por estas mismas fechas y también en junio, la lluvia no había afectado apenas a las zonas de cultivo.

Se trata de una muy buena noticia para los productores, que en estas primeras semanas se julio se encuentran inmersos en plena recogida de picotas, la variedad más apreciada, y que según Montero este año presenta una calidad excelente pese a llegar con algo de retraso. Este tipo de cereza se caracteriza por ser la única que se desprende del árbol sin el rabo, además de por su especial dulzura, su color y presentar una textura crujiente. Es la más demandada fuera de España, y de hecho el 70% de la producción va a la exportación.

Los datos que maneja la denominación de origen apuntan a que, aún con varias semanas de cosecha por delante, la producción global de cereza del Valle del Jerte va a ser este año en torno a un 25% inferior a lo habitual. Estos altibajos son habituales en un fruto tan sensible y que depende de tantos factores. De hecho, la campaña de 2015 se quedó en unos 26 millones de kilos, un 30% menos de los 35 millones que se recolectaron el año anterior.

En esta ocasión, según apunta Ignacio Montero, el descenso de la producción se deberá sobre todo a las condiciones meteorológicas adversas que hubo en primavera, y que perjudicaron al cuajado de las cerezas. Se le llama cuajado o cuajo al proceso de transición entre la flor y el fruto, un momento en el que se produce un crecimiento muy rápido de los tejidos y que para ser óptimo necesita que las yemas florales estén bien formadas, además de que durante esos días se den unas determinadas condiciones de temperatura y humedad, lo cual no ha ocurrido en algunas de las etapas del cuajado.

Empleo

Este año se ha caracterizado también por el retraso que viene acumulando la campaña ya desde la floración, que se produjo un par de semanas más tarde lo habitual. Eso ha afectado a la planificación de todo el proceso, y directamente a también al empleo. Las contrataciones han sido más tardías e inferiores en número de lo habitual. Hay que tener en cuenta que, sobre todo en los meses de junio y julio, las cifras de desempleo en todo el Valle del Jerte, y también en la ciudad de Plasencia, dependen en un enorme porcentaje de la campaña cerecera. Valga como referencia la Agrupación de Cooperativas de Valle del Jerte, que aglutina cerca del 60% de la producción y que durante toda la campaña del pasado año contrató a cerca de 1.100 personas. A ellas hay que añadir los temporeros que contratan los propios agricultores para las tareas de recolección.

Entre finales de mayo y comienzos de junio de este año hubo una cierta inquietud entre los productores por las inspecciones de trabajo masivas que se llevaron a cabo. La subdelegada del Gobierno en Cáceres, Jerónima Sayagués, explicó entonces que el motivo fue un estudio estadístico de la Europol, y que en las inspecciones no se detectó ninguna irregularidad.

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