Mucha leche y muchos melocotones

En las últimas semanas se han producido varios encuentros entre el sector lácteo y diferentes autoridades nacionales y europeas. El motivo ha sido intentar aclarar lo que va a suceder en esta última campaña láctea sin cuotas, en el caso más que previsible de que se produzca un rebasamiento de las mismas. Esta situación conlleva la consecuente multa, ya que el sistema regulatorio tiene validez hasta el último día de su aplicación.

En esta campaña, numerosos países, entre ellos España, han incrementado las producciones, lo que ha hecho saltar las alarmas sobre la posible sanción al sector. Ante esta situación, un importante bloque ha solicitado un incremento en la cuota de producción, entre otros Austria, Holanda, Alemania, España, Polonia e Irlanda.

El Consejo ha decidido cerrar este asunto sin ni siquiera dar comienzo al procedimiento. La realidad es que hay un importante bloque de once países que se oponen a la flexibilización del modelo que, aunque perjudique al sector español, parece razonable. Por un lado, no hay motivo de peso para modificar el sistema, ya que su plazo de aplicación no ha cambiado. Por otro lado, si se suprimieran las sanciones mediante el aumento de cuota a aquellos Estados que han imcumplido los límites de producción, se cometería un agravio con todos aquellos que sí han respetado las limitaciones productivas vigentes. Es el mismo argumento del Comisario Ciolos, que entiende que no se puede favorecer a quienes se saltan las reglas, frente a los que las respetan; por supuesto, dejando claro que una superación de cuota es algo lícito que responde a un modelo regulatorio.

En el caso de España las estimaciones del Ministerio de Agricultura establecen un incremento de cuota entre el 3,3% y el 4,7% para la campaña 2014/2015, lo que supone un rebasamiento entre 200.000 y 300.000 toneladas. En la actualidad y tras cinco meses de entregas, la sobre producción ya es del 4%. Por otro lado, y de acuerdo con los datos que maneja el propio Ministerio, el censo de vacas lecheras ha aumentado en el mes de julio, por lo que las previsiones no son optimistas.

A todo esto hay que añadir que los precios comunitarios en el primer cuatrimestre han aumentado un 6% y fueron un 15% más altos que los del mismo periodo del pasado año. Además, se prevé que en esta segunda mitad del año continúen altos. En definitiva, nos encontramos en un entorno de altas producciones y precios, inmejorable escenario para el sector, que se anima a producir más, a pesar de las más que probables penalizaciones de Bruselas.

En este contexto de precios altos, quizás le sea más fácil al Ministerio poner en marcha el sistema de control de precios de la leche, anormalmente bajos. Es un protocolo de control de la cadena alimentaria que anunció el propio Ministerio hace unos días.

Entre tanto, continúan los problemas con nuestros vecinos en el sector de la fruta dulce. En las últimas semanas se han producido vuelcos de camiones en la frontera francesa y ahora se calienta el problema con Portugal. El solapamiento de cosechas y las buenas producciones en nuestro país han hecho que el competitivo melocotón español perjudique a las explotaciones portuguesas, de acuerdo con las quejas de nuestros vecinos. La realidad es que la productividad de nuestra fruta de hueso y la buena gestión de las empresas hortofrutícolas hacen difícil competir a zonas productoras menos especializadas y con peores condiciones físicas para ello, en particular si se superponen en el tiempo.

Al menos, nuestros vecinos portugueses, mucho más civilizados en la defensa de sus intereses, no resuelven sus problemas de competitividad con violencia bananera. En cualquier caso y dado que esta crisis no responde a una mala práctica ni de españoles, ni de portugueses ni de franceses, salvo los vándalos galos, no estaría de más que la Comisión se diera prisa y anunciara alguna medida de gestión de crisis.