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P. CALVO
Sábado, 23 de marzo 2013, 14:48
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El campus de Cáceres presenta hoy un aspecto muy diferente al de un sábado cualquiera. Miles de personas deambulan por el recinto universitario o entretienen el tiempo en las distitnas cafeterías de los centros. Muchos de ellos son familiares y acompañantes y otros son los verdaderos protagonistas: los más de 3.300 admitidos para optar a una de las 25 plazas de técnico de Educación Infantil convocadas por la Junta de Extremadura. «Es una última oportunidad», asegura un delegado sindicato de la Federación de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT) pendiente de que las pruebas se deserrollen con normalidad. Efectivamente, la convocatoria de estas plazas datan de 2010, pero la realización del examen se ha ido dilatando hasta hoy. En el horizonte cercano no se espera que haya muchas más oportunidades para convertirse en trabajador de la Administración.
Pese a los problemas actuales para encontrar un empleo, quienes se han presentado esta mañana al primer examen (habrá otro por la tarde) no han llegado a los 3.000, en parte porque es habitual que no todos los que se inscriben en una prueba de este tipo acaben examinándose, y en parte también por el tiempo transcurrido desde que fueron convocadas las plazas. «Ya casi nos habíamos olvidado», aseguraban las hermanas Noelia y Verónica Gómez, de Cáceres, que hace poco más de un mes conocieron la fecha exacta del ejercicio.
Al campus, sin embargo, han llegado aspirantes de toda la región, lo que ha originado importantes retenciones en los accesos. El tribunal ha sido flexible y ha permitido que el examen, convocado para las diez de la mañana, no comenzara hasta pasadas las once.
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