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«Manoli, que vienen»
29-s en cáceres

«Manoli, que vienen»

Los delegados sindicales se acercaron hasta la Ruta de la Plata sobre su derecho a hacer la huelga

Mª JOSÉ TORREJÓN

Jueves, 30 de septiembre 2010, 10:29

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«Manoli, que vienen». La frase sonó ayer en los pasillos vacíos del centro comercial Ruta de la Plata a eso de las diez y media de la mañana. La pronunció la trabajadora de una tienda de la galería, al ver que los piquetes sindicales se aproximaban a la zona donde estaban concentrados los empleados de las 50 firmas instaladas en el centro, además de los del hipermercado Eroski. Hasta ellos llegaron Raimundo Medina y Alejandro Alonso, de UGT, y José María Izquierdo, de Comisiones Obreras. «No somos demonios, ni tenemos cuernos. Somos vuestros clientes, los que venimos a comprar aquí habitualmente», espetó Izquierdo al oír el comentario.

Los delegados sindicales se acercaron hasta el Ruta de la Plata para informar a los trabajadores sobre su derecho a hacer huelga. Llegaron acompañados de una comitiva policial que incluía una decena de agentes. Hasta entonces, el centro comercial había funcionado con normalidad. A las diez de la mañana abrió sus puertas y todas las tiendas levantaron sus persianas protectoras. Pero media hora más tarde los vigilantes alertaron a los trabajadores de la llegada de los piquetes. Entonces, echaron el cierre y se concentraron a la entrada del hipermercado. El centro comercial permaneció cerrado al público durante 15 minutos.

Raimundo, Alejandro y José María accedieron al interior del edificio, mientras el resto de la comitiva aguardaba en el exterior al grito de «huelga, huelga, huelga general». Tras la intervención de los sindicalistas, una trabajadora de la tienda de moda 'October' les replicó en voz alta: «El decreto de la reforma laboral ya está firmado y aprobado. ¿Por qué no habéis hecho la huelga en junio?». Lanzado el mensaje, los sindicatos se marcharon y la actividad se reanudó en el centro comercial. Las persianas se volvieron a levantar, los clientes pudieron acceder a las instalaciones y la Policía Nacional abandonó el recinto.

Antes de pasar por el Ruta de la Plata, los piquetes hicieron una parada en Carrefour. A las diez de la mañana la superficie comercial abrió con una hilera de ocho policías colocados a la entrada principal, mirando cara a cara a los sindicalistas. «Son más que nosotros; pero vamos a ver: ¿es que somos terroristas?», se preguntaba un joven de UGT. La jornada transcurrió sin incidentes en el híper.

Tampoco se registraron altercados en los comercios del centro de la capital, donde la huelga apenas se notó. La mayoría abrió con normalidad, aunque algunos se encontraron con los escaparates salpicados de pegatinas alusivas a la huelga y las cerraduras selladas con silicona, según informa la Federación Empresarial Cacereña (FEC). Las tiendas ubicadas en los puntos por los que pasó la manifestación bajaron las persianas al paso de los sindicalistas y, después, las volvieron a alzar.

Mercadillo, normal

Mientras tanto, el mercadillo vivió una jornada sin sobresaltos. Eso sí, hubo menos público del habitual, y menos puestos que cualquier otro miércoles, ya que algunos vendedores ambulantes optaron por no acudir para evitar tener problemas en los desplazamientos por carretera.

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