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J. L. G.
Miércoles, 20 de mayo 2009, 02:24
Antaño había tres churrerías en la calle Moreno Zancudo y cuando acababa de salir el sol esta empinada calle que lleva a la Plaza Alta era un ir y venir de madrugadores hambrientos. Hace nueve años que cerró la última y en ese mismo local, el número 23, otro empresario pacense, Carlos Díaz, ha optado por recuperar este negocio. El logotipo no puede ser más descriptivo: la torre de Espantaperros con forma de churro siendo mojado en un tazón que recuerda a la Plaza Alta. Abrirá durante la primera quincena de junio.
Díaz ha planteado la churrería como centro especial de empleo, por lo que será atendido por tres personas con algún tipo de discapacidad. Como servicio extra que los diferencie, llevarán los churros a domicilio, bien en una bicicleta con transportín especial si se trata del casco antiguo o en moto si hay que llevar el desayuno al resto de la ciudad.
Según Carlos Díaz, abrirán los siete días de la semana desde las seis de la mañana hasta las doce del mediodía y de cinco a ocho de la tarde. Café, chocolate y zumos naturales son los otros productos que distribuirá la churrería cuyo nombre - 'a A a a a' - se debe a las vocales que contiene 'La Alcazaba' a cuyos pies también se servirán desayunos pues la idea incluye unos veladores en esta calle peatonal.
La nueva churrería incluye además un servicio benéfico de préstamo de libros. «En la churrería -explica Díaz- habrá estantes con libros usados que deje la gente. Por un euro te puedes llevar uno para leerlo. El cliente podrá quedarse con él o canjearlo por otro. El dinero que se recaude en esta biblioteca irá a parar a algún proyecto de Cocemfe o Apamex».
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