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Manuel en su ferretería, donde aún no tiene empleados./ JOSE VICENTE ARNELAS
Regate a la crisis con negocio nuevo
BADAJOZ

Regate a la crisis con negocio nuevo

Durante los dos primeros meses del año se dieron de alta en la provincia 143 sociedades Tres pacenses relatan cómo consiguieron abrir su propia empresa en un incierto 2009

J. LÓPEZ-LAGO

Domingo, 10 de mayo 2009, 14:27

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Francisco Bernal, que ha conseguido abrir un restaurante este año en Badajoz es el reverso de la crisis, la de aquellos que, en vez de cerrar, abren negocios. Según dice, «si hiciéramos caso a las noticias parece que mañana van a empezar a darnos cartillas de racionamiento». Su historia y la de dos jóvenes más de Badajoz son la cara de unas cifras, en positivo aunque parezca imposible, del Instituto Nacional de Estadística cuyos últimos datos, de enero y febrero de este año, indican que en la provincia de Badajoz se crearon 143 empresas, todas menos una sociedades limitadas y con un capital suscrito de 5.533.000 de euros.

FRANCISCO BERNAL

Tiene una peluquería y ha montado un restaurante

«El día que menos trabajo son 12 horas»

A Franciso lo conocen como Curro en su peluquería de Valdepasillas, Espiral, que abrió cuando tenía 23 años. Ahora cuenta 31 «Mientras pelaba a mis clientes cada uno me contaba una historia que tenía entre manos, algún proyecto. Y yo, que estaba ya cansado de hacer cursos de peluquería que eran un timo me animé a poner en marcha mi propia idea porque siempre pensé que en Badajoz había hueco para un restaurante como el que mi socia y yo, que es mi novia, teníamos en la cabeza».

Su planteamiento era el de un local donde no se pueda fumar, con música especial dirigida a un público treintañero al que le guste «la comida rápida y de calidad, pero que ambas cosas sean ciertas. Preparamos sandwiches, crepes, ensaladas ... pero a un precio justo, no es lo mínimo pero tampoco es caro». Según cuenta les va bien, pero éste es sólo el final del inicio de su aventura, ya que hasta que abrió las puertas de Voodoo -así se llama el restaurante, también en Valdepasillas- todo fueron pegas, por parte del Ayuntamiento y de algún que otro vecino.

«Cuando a mi socia Cristina y a mí se nos ocurrió esta inversión fuimos al Ayuntamiento para que alguien nos orientara. No nos hicieron ni caso, más bien los funcionarios, que tenían las mesas llenas de papeles como si estuvieran en trincheras lo que querían era quitarse trabajo. No es que crea que la burocracia frena el desarrollo de esta ciudad, es que lo he vivido. A mí después me decía algún funcionario que ésa era mi experiencia, pero es que por eso hablo de ella. Si no, hablaría de tópicos, y yo prefiero hablar de lo que he visto con mis ojos».

«Por suerte, el amigo que no tenía en los despachos del Ayuntamiento sí lo tenía en el banco, donde me concedieron el crédito justo antes de que entráramos en crisis. No sé qué hubiera pasado si lo pido un poco más tarde».

Una vez abierto su negocio, las cuentas no salían para contratar a nadie, de modo que su socia y pareja cocina y Curro atiende. «Sólo abrimos por las tardes a partir de las ocho y media cuando cierro la peluquería y los fines de semana todo el día, así que cuando menos trabajo echo doce horas y no libro ni un día a la semana. Ésa es la ventaja, que me da igual que sea lunes que viernes», ironiza este joven que reconoce que no tiene muchos gastos y gracias a eso va atravesando la recesión económica mirando hacia adelante.

MANUEL SILVA

Le despidieron y ha abierto una ferretería

«Por primera vez no tendré vacaciones»

Acaba de tener una hija, nacimiento que casi coincide con una reestructuración de su antigua empresa, que lo dejó en la calle. Por supuesto, tiene una hipoteca cuya cuota tiene que afrontar todos los meses. Pero Manuel Silva, de 36 años, no se arrugó y montó su propio negocio.

«La gente me decía que estaba loco, que no era buen momento, pero yo me lancé a la aventura». 'Nueva Ferretería Valdepasillas Manolo' es el nombre de la tienda que abrió a finales de diciembre, del mismo ramo del que venía y prácticamente frente a donde trabajaba antes. «Dio la casualidad de que el local se acababa de quedar vacío y di el paso, aunque la gente insistía en que no era el momento. Eso sí, mi esposa y mi familia me dio un apoyo incondicional».

Pese a la crisis, los precios de los locales no han bajado, asegura por experiencia propia. Su inversión inicial rondó los 60.000 euros, así que Manuel tuvo que pedir un crédito que le concedieron en su banco habitual sin demasiadas trabas «porque claro, me conocen, llevo trabajando con ellos toda la vida y tampoco era precisamente para abrir un almacén de materiales de construcción. Aunque lo cierto es que en otras dos entidades que consulté, por comparar, me dijeron que no».

Lo que no tiene Manuel es empleados, al menos hasta que empiece a rodar su negocio. «De momento no va mal. Yo soy consciente de la época en la que estamos y de que la gente se contiene al gastar, pero es que encontrar trabajo por mi cuenta hubiese sido complicado. Eso sí, también te digo que el que quiere encontrar empleo lo encuentra. Es cuestión de actitud y de hacer lo que sea, aunque no te guste, como recoger tomates o lavar coches».

Su mujer trabaja a media jornada y se encarga de la niña, que tiene 18 meses, por las tardes. De momento, Manuel dedica entre ocho y doce horas al día para sacar adelante su ferretería «y por primera vez en mi vida no tendré vacaciones».

JOSÉ IGNACIO VISEA

Ha creado 'Badapool', de mantenimiento de piscinas

«Este verano, la gente se bañará igual»

Como empresario que ha sido toda su vida, se dedica a hacer negocio donde ve que hay mercado. Tiene un restaurante, pero sabe que no es la mejor época para salir a comer o cenar. «En cuanto me di cuenta de la situación, diversifiqué mi actividad», explica este pacense de 34 años que ahora también gestiona 'Badapool', una empresa de servicios integrales para piscinas. Su interés en este sector tiene lógica. «Por un lado, el decreto de la Junta de Extremadura exige desde hace varios años profesionalizar el mantenimiento y gestión de estas instalaciones; por otro, en Badajoz hace demasiado calor y con la crisis que hay mucha gente no se irá de vacaciones, así que pasarán más tiempo en las piscinas de urbanizaciones o propias».

'Badapool' ha generado dos empleos más además del suyo: el de Yolanda Cordero, que trabaja en el área administrativa; y el de Marcelo Piscilli, técnico. La idea llegó precisamente de ella, que llevaba diez años trabajando en Madrid en esta actividad y ya posee una experiencia contrastada, como el otro empleado. Un análisis del mercado, varios cursos de formación previos y la definición del formato de la empresa fueron los pasos previos antes de darla de alta, hace tres meses.

«Hasta ahora hemos realizado muchos presupuestos y la aceptación es bastante alta, ya que nuestra oferta es integral y mantenemos tanto piscinas públicas como privadas, además de vender maquinaria, motores o filtros», cuenta José Ignacio Visea, que ejerce principalmente una labor comercial además de haber aportado el capital inicial. «Llamas a las puertas de los posibles clientes y notas que hay crisis, pero también que nadie se va a quedar sin bañarse este verano y todo aquel que tiene el vaso quiere tenerlo a punto, así que nosotros se lo vaciamos, llenamos, pintamos, ... lo que haga falta para que el cliente quede satisfecho». Lógicamente, añade, su tiempo libre se ha reducido considerablemente, «pero de momento va bien la cosa y vamos a por todas, con crisis o sin ella». Eso sí, según Visea, su mayor acierto ha sido ir ahorrando en los años anteriores para no tener que visitar un banco e hipotecar sus propiedades en un periodo tan incierto.

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