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Asamblea de los trabajadores de Alfonso Gallardo S. A., en la que los representantes del comité explican los detalles del ERE. / PAULA DÍAZ
Gallardo reduce la actividad en una de sus empresas al caer un 60% sus ventas
146 empleados se turnarán

Gallardo reduce la actividad en una de sus empresas al caer un 60% sus ventas

Alfonso Gallardo S. A. acuerda con los sindicatos un ERE en el que 146 empleados se turnarán para que la fábrica produzca menos

LUIS EXPÓSITO Y PAULA DÍAZ

Miércoles, 29 de abril 2009, 10:53

Nadie se libra de la crisis. Tampoco el Grupo Gallardo, que se mueve además en uno de los sectores más movedizos, el de los materiales de construcción. Alfonso Gallardo S. A., una de las firmas de este entramado empresarial, va a llevar a cabo un expediente de regulación de empleo, también conocido como ERE.

El procedimiento ya ha sido consensuado con el comité de empresa y tiene el visto bueno de Trabajo, por lo que puede iniciarse. Será de carácter suspensivo; es decir, se suspenderán temporalmente los contratos. Se diferencia del extintivo en cuanto que en éstos se rompe completamente la relación laboral.

Según explica la empresa en una nota de prensa, afectará prácticamente a la totalidad de la plantilla, 146 trabajadores, que trabajarán de forma rotatoria durante el año de vigencia que tiene la medida aprobada. Trabajarán menos días, y por lo tanto también se cobrará menos.

Sólo seguirán desempeñando su labor como hasta ahora una treintena de personas, que quedan fuera por estar en situación de prejubilación y por formar parte del equipo directivo y de mantenimiento indispensable de la propia fábrica.

Esto es, cada uno de los empleados trabajarán un total de 126 días sobre el total de 220 jornadas laborales que tiene el periodo de vigencia del expediente. Se trata del 60% del horario laboral.

Por tanto, la idea es que la fábrica trabaje al 60% del ritmo que ha venido manteniendo durante el último año.

Menos ventas

La razón para tomar esta medida no es otra que la crisis económica que está azotando a las economías occidentales, especialmente a todos los sectores relacionados de alguna u otra manera con la construcción.

Esta empresa, por ejemplo, ha visto como su volumen de ventas se ha reducido en un 60% durante los últimos meses.

Ayer, la empresa aseguraba que «con este ajuste, la dirección pretende garantizar el mantenimiento de todos los puestos de trabajo dada la actual crisis económica que ha supuesto una importante caída de las ventas».

Sin embargo, expresaba su esperanza en que «la situación de incertidumbre en la que se encuentra el mercado del acero experimente un repunte en los próximos meses».

Fuentes de la empresa aseguraron que esta medida afecta exclusivamente a esta firma del grupo. La situación del resto de negocios es analizada de manera individualizada en cada uno de los casos concretos.

En esta misma línea se manifiesta Melitón Rodríguez, secretario general de la Federación del Metal de CC OO Extremadura, el sindicato que tiene mayor representación sindical en las empresas de Gallardo.

Cuenta que no han recibido ninguna otra propuesta de ERE hasta el momento. Sin embargo, afirma que «todo es posible». «La situación económica es comprometida y el metal se está resintiendo. La construcción está cayendo ahora mismo», comenta.

«Nadie está a salvo», abunda sobre el tema Julián Carretero, el máximo representante a nivel regional del sindicato. «La situación hace que ahora mismo no se pueda poner la mano en el fuego por ninguna empresa», añade.

Según cuenta, «una parte importante del negocio de este grupo está relacionado con la construcción, que está notando especialmente la crisis. Pero tiene dos aspectos que hacen que esté sufriendo menos: la internacionalización de su actividad y la magnitud de su volumen. Esa es la causa por lo cual sólo este negocio ha llegado a esta situación, aunque otras puedan tener otras dificultades».

Más proyectos

Sobre el futuro de otros proyectos empresariales, como la refinería, un portavoz del grupo se remitió a las declaraciones realizadas a este diario hace unas semanas por el consejero delegado de la sociedad, Juan Sillero.

Entonces, recalcaba que el proyecto sigue adelante, y que sus socios siguen embarcados. Además, afirmaba que la crisis financiera «no supondrá un impedimento».

Para Melitón Rodríguez, «las condiciones que se han pactado en este expediente han sido bastante satisfactorias para los trabajadores», en el sentido de que «ningún trabajador se queda en la calle» y existe la posibilidad de ir reconduciendo la situación a medida que el temporal vaya amainando y el escenario económico vuelva a la normalidad.

Además, la oferta económica que se presentaba era razonable. Explicó que, «de media», los afectados cobrarán el 90% de la base imponible, un porcentaje muy superior a lo que suele pasar en otros expedientes de esta naturaleza. Esto se consigue debido a que se cobrará el 85% del grueso de las pagas y el 100% en el caso de las extras y las vacaciones.

Joaquín Vaquerizo, presidente del comité de empresa, añade que las condiciones pactadas recogen el compromiso de la empresa de pagar un complemento a los trabajadores aquellos días en los que estén en el paro. También hay un anexo para que en el caso de que la situación mejore, sacar del expediente a los trabajadores que se estime oportunos para hacer frente a las necesidades de producción. Incluso, acordar la suspensión del ERE.

Vaquerizo destaca que la medida no supone ninguna extinción de contrato sino que tiene un carácter temporal. También informó el acuerdo entre empresa y trabajadores se alcanzó el pasado mes de marzo.

Sacrificios

Julián Carretero explica que en todo proceso de este tipo los trabajadores realizan sacrificios, una parte de su sueldo, a cambio de mantener su puesto de trabajo. Algo parecido le pasa a la empresa. Pero avisa de que, con carácter general, se va a oponer frontalmente a todas aquellas acciones que destruyan empleo o quieran aprovechar la coyuntura. «El capital ha obtenido enormes beneficios en este tiempo y, en épocas de vacas flacas, la crisis debe recaer sobre estos beneficios, no sobre los trabajadores».

Las conversaciones entre ambas partes se han sucedido en paralelo a la tramitación de la solicitud del ERE. Vaquerizo asevera que «la empresa ha aguantado todo lo que ha podido», e hizo hincapié en que desde hace más de un año la situación venía siendo lamentable. Para el comité, la medida es «lo menos malo dentro de lo malo» por lo que valoran de manera positiva el acuerdo.

Igualmente, aseguró que «no es una situación agradable para nadie» y expresó el deseo de que la economía mejore y las circunstancias actuales no se prolonguen el tiempo.

El comité tenía previsto reunirse ayer con la dirección para acordar el calendario de aplicación del ERE en el mes de mayo. Vaquerizo informó que los trabajadores del almacén ya comenzaron el lunes y hoy se empezará a aplicar la medida en una parte de los trabajadores de fábrica y oficina.

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