Ninguna de las más de 50 resoluciones de derribo se ha ejecutado en Santa Bárbara

La ilegalidad marca la Sierra de Santa Bárbara. Un espacio de la ciudad que parece estar al margen de cualquier normativa. Porque se construye sin licencia de obra y no pasa nada.

El Ayuntamiento ha culminado con resolución de derribo más de 50 expedientes correspondientes a obras sin licencia en la Sierra. Hasta el día de hoy ni una sola de esas resoluciones se ha ejecutado. Ninguna construcción ilegal se ha tirado. Ni por la propiedad ni por el Ayuntamiento de forma subsidiaria.

Los expedientes se inician y las resoluciones los concluyen. Pero los derribos no llegan aunque las construcciones sin licencia de obra siguen en Santa Bárbara. Cerca de medio centenar aproximadamente en la actualidad y a la vista de todos. De cualquiera que visite la Sierra.

La idea generalizada de que el nuevo Plan General Municipal en el que se trabaja para establecer el ordenamiento urbanístico futuro de la ciudad va a legalizar Santa Bárbara está animando a algunos ciudadanos a comprar una parcela de las que están en venta y a levantar una vivienda. Porque se cree que el nuevo PGOU va a legalizar la Sierra, a incluirla definitivamente en la ciudad, y porque se tiene clara constancia de que nada hasta la fecha se ha derribado. A pesar de que buena parte de las cerca de mil construcciones que decoran Santa Bárbara son ilegales.

Pero lo cierto es que lo único que hasta la fecha se recoge en el avance del PGM, cuya exposición pública y periodo de sugerencias ya ha finalizado, es la legalización de los núcleos consolidados de viviendas. Y establece que sean los propietarios de las casas sitas en los núcleos consolidados los que asuman el coste de su urbanización. Un salto tímido, en definitiva, al río porque no establece la inclusión real de Santa Bárbara en Plasencia, con una solución a medias que no abarca al conjunto de viviendas ya levantadas.

Un salto tímido que ha valido la presentación de una alternativa o sugerencia al avance por parte de la asociación de vecinos de Santa Bárbara, avalada con más de 400 firmas. Su presidente, Julián Burgos, ha explicado en más de una ocasión que el objetivo de esta alternativa es ordenar de verdad la Sierra y hacerlo en su conjunto, que atienda más allá de los núcleos consolidados.

Una sugerencia que «ponga orden y control, que delimite actuaciones y viales, para evitar que esos espacios se ocupen por nuevas construcciones que en el futuro impedirán el desarrollo». Puesto que «si el plan marca un vial, ya se sabe que ahí no se puede levantar nada», argumenta Julián Burgos.

Desobediencia

Mientras concluye la revisión del PGOU y detalla la ordenación concreta que se va a ejecutar en la Sierra, la Concejalía de Urbanismo busca evitar que continúe la proliferación de construcciones sin licencia de obra.

Por primera vez en Santa Bárbara se van a precintar edificaciones que no cuentan con los permisos pertinentes. De tal modo que si el propietario rompe el precinto, será denunciado en el juzgado por desobediencia a la autoridad. Un precinto que corresponde al expediente de paralización que se ponga en marcha y que irá acompañado de otro por infracción urbanística, que se saldará con una sanción.

El objetivo es lograr que la legalidad llegue también a Santa Bárbara, como al resto de la ciudad. Como ocurre en la actualidad con la urbanización de Ciudad Jardín, en la que propietarios de parcelas no construyen sus casas porque el Ayuntamiento tiene bloqueada la concesión de licencias hasta que se resuelva el contencioso en el que se encuentra este área residencial que estalló en diciembre de 2006. Estos vecinos están cumpliendo la ley y no están construyendo. Frente a ellos se encuentran los que están levantando edificaciones sin licencia en la Sierra ante la creencia generalizada de que no pasa nada, porque nunca se ha derribado ninguna vivienda, y que el PGOU legalizará todo.

El Ayuntamiento inicia ahora medidas para hacer cumplir la ley a todos.