Un trono de ida y vuelta

Su nombre es Antonio Mora Báez y hasta ahora había permanecido en un segundo plano a pesar de que su familia costeó el nuevo trono del Cristo de la Angustia. Valorado en 21.600 euros, ese paso de estilo malagueño estaba llamado a convertirse en uno de los grandes atractivos de la Semana Santa de Badajoz. Sus varales exteriores, con capacidad para 50 o 60 portadores, pretendía introducir una nueva forma de llevar las imágenes, pero la cofradía de San Fernando anunció hace unos días que la falta de costaleros y las estrecheces de las calles hacen inviable su salida este año. Visiblemente disgustado, Antonio Mora ha anunciado su intención de solicitar que el trono le sea devuelto. «Deseamos manifestar nuestro profundo malestar por la situación creada, pero son muchas las cofradías que en su momento nos lo solicitaron asegurándonos que no tenían problemas de ningún tipo para sacarlo todos los años, incluidos los costaleros necesarios para ello, y sin embargo se quedó en nuestra hermandad, y aquí continuaría si el hermano mayor no hubiera decidido no sacarlo y guardarlo en un almacén». El donante ha querido dejar claro que el trono fue regalado «con el único y exclusivo fin de que todos los años fuera sacado en procesión». También recuerda que ese paso llegó a la hermandad antes de la Semana Santa de 2007, aunque no salió en procesión hasta el año pasado. «Ante el temor de tener que devolverlo, en 2008 la junta de Gobierno hizo un llamamiento a los costaleros y estos acudieron en número suficiente (...). Y ahora, en la próxima Semana Santa, con nueva junta de Gobierno pero el mismo hermano mayor, se vuelve a las andadas y nos enteramos por la prensa de que una vez más el Cristo no utilizará ese trono. Es decir, de tres años sólo habrá salido uno en procesión». Con estos argumentos, la familia Mora se ha dirigido al hermano mayor de la cofradía, al asesor religioso de la hermandad, al párroco de San Fernando y al propio arzobispo para solicitar su devolución. «No se puede consentir que el trono pase más tiempo en el almacén en lugar de servir para disfrute de los hermanos de nuestra hermandad, la familia Mora ha decidido recuperarlo inmediatamente» para decidir antes de fin de año si se queda en San Fernando «con determinadas condiciones» o es donado a otra hermandad que quiera sacarlo en procesión.