Perdona, pero éste es mi camerino

Los taxistas de la parada de la plaza de Minayo están que arañan. A ellos esto de las murgas les parece muy bien, pero se confiesan hartos de que todo el mundo aparque en sus plazas reservadas cuando empieza el tradicional concurso de Carnaval. Todas las noches igual, pasa todos los años, a veces amenazamos con llamar a la grúa para que nos respeten, pero ellos van a lo que van, se quejaban ayer amargamente.

De la ópera-rock de Jesucristo al certamen de murgas. El López de Ayala sirve para todo. Un año más se coloca el disfraz y se pone al servicio de los que pierden la cabeza en febrero.

Horas antes de que sonaran las primeras coplas, el escenario ya olía a recién pintado, los técnicos realizaban las últimas pruebas y las niñas de La Galera (la murga que rompió el hielo) respiraban hondo para calmar los nervios. El decorado lo hemos montado esta mañana. Después ellas han preferido vestirse y pintarse en el local en vez de en el teatro para estar más tranquilas, comentaba su maquilladora mientras revisaba todo el trabajo.

Y como no, en la primera jornada de actuaciones no pudo faltar la polémica de los camerinos. Todos los años murgas y medios de comunicación nos encontramos con el problema de que a ambos se nos asigna el mismo. O no se nos asigna ninguno, y todos optamos por el que menos escaleras tiene... Parecía que en esta ocasión iba a haber un orden, primera y segunda planta para murgas y tercera para los medios. ¿O al revés? Hasta pusieron carteles en las puertas para indicar dónde debía cambiarse cada murga evitar invasiones... Pero no funcionó del todo. Bueno, de aquí al miércoles esto se arregla, comentaban desde el Ayuntamiento.

Que no llegan

Mientras tanto, varios organizadores del concurso no dejaban de mirar el reloj con cara de circunstancia. Son las siete y media, esto empieza a las ocho y las presentadoras siguen sin aparecer.... A punto de que les diera algo.

Al final la sangre no llegó al río, cada uno se cambió, trabajó donde pudo y Marta y Macarena llegaron a tiempo, se vistieron en un momento y salieron al escenario divinas de la muerte para dar el pistoletazo de salida al concurso de murgas más largo de la historia. El público lo agradeció y respondió con un efusivo aplauso.

Lo dicho, esto no ha hecho más que empezar.