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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
La expedición extremeña entra en las heladas aguas del Ibón de Baños, en el PIrineo de Huesca. / T.O.
Bajo 7 milímetros de neopreno
I SUBMARINISMO I

Bajo 7 milímetros de neopreno

Cuatro instructores extremeños aprenden en un lago pirenaico en Panticosa las técnicas para bucear por debajo del hielo

C. M. C.

Sábado, 31 de enero 2009, 11:49

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En Extremadura no existe apenas la posibilidad de bucear bajo el hielo, tan sólo en momentos muy determinados y en algunos puntos de la Sierra de Gredos. Por eso Teo Reveriego, Pablo Mirat, José Luis Pérez y Pedro Casillas se han desplazado hasta el Pirineo oscense para asistir el pasado fin de semana a las Jornadas Nacionales de Buceo Bajo Hielo y en Altitud. Los cuatro pertenecen a la Federación Extremeña de Actividades Subacuáticas (Fexas) y han acudido al curso para poder ejercer como instructores en esta disciplina. Pedro Casillas es el presidente de la federación regional y uno de los que han viajado a Huesca, en concreto al balneario de Panticosa, donde se han llevado a cabo las prácticas de inmersión en el ibón de Baños. Ibón es el nombre con el que se conocen en esa zona los lagos de montaña sin desagüe. «La temperatura del agua era de dos grados, y eso significa que incluso con el equipo completo no se puede bucear durante más de 20 minutos porque si se supera ese límite existe riesgo de hipotermia», explicaba tras regresar de su aventura. Equipamiento Cuando se bucea bajo el hielo con ocho grados bajo cero de temperatura exterior hay que tener en cuenta algunas precauciones más que en el submarinismo de aguas templadas. Lo principal es el traje, que debe ser seco, es decir, que no permita en absoluto la entrada de líquido. Puede estar fabricado de neopreno, en cuyo caso se espesor será de unos siete milímetros, o ser del tipo trilaminado, una especie de lona fina que protege de las bajas temperaturas. También es importante incorporar un 'kit' de aguas frías al regulador de oxígeno. El curso impartido en los Pirineos ha sido de alto nivel. Entre los alumnos se encontraba personal del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencia (UME) del Ejército. La técnica varía con respecto al buceo en aguas templadas. Si se parece a algo, según explica Pedro Casillas, es al buceo en cavernas, ya que en ambos es necesario contar con una larga experiencia y un buen conocimiento de los equipos específicos, así como disponer de un gran temple y un buen nivel en orientación subacuática. No hay que olvidar que el buceador entra y sale del agua por un pequeño agujero, y el resto del tiempo va por debajo del hielo, en este caso una capa compacta de 20 centímetros que es imposible quebrar. De ahí que esté prohibido adentrarse en el agua solo. Siempre hay que hacerlo en grupo y unidos por un cabo que alguien sujeta en la superficie. Existe incluso un código específico. «Un tirón significa que todo va bien, dos que necesitas más cuerda, y varios tirones consecutivos que te saquen de rápidamente del agua», detalla Casillas, quien al igual que sus compañeros a partir de ahora ya puede ejercer como instructor de buceo bajo el hielo. Lo más parecido que había hecho hasta la fecha en Extremadura había sido sumergirse en los antiguos túneles del ferrocarril anegados por la cola del pantano de Alcántara en la zona de Alconetar, una especie de buceo en cavernas, aunque en esa zona hay poco que ver. «En el Tajo la visibilidad es de entre dos y tres metros», señala el experto, quien menciona como los mejores lugares para bucear en la región los pantanos de Orellana y el Zújar, ambos con buena visibilidad, y también las cristalinas aguas de la garganta de Cuartos, en La Vera. Suelen acudir además a la localidad portuguesa de Sesimbra, junto a Setubal, para practicar submarinismo, aunque cada club tiene sus zonas favoritas en la zona española. Ocho clubes En Extremadura existen ocho clubes de buceo federados, cinco de ellos en Cáceres, dos en Badajoz y uno en Plasencia. En cualquiera de ellos es posible realizar por unos 400 euros el llamado curso de primer nivel, obligatorio para iniciarse en este deporte, durante el cual se llevan a cabo inmersiones de hasta 20 metros de profundidad con material prestado. El único requisito es presentar un certificado médico que demuestre que no se padecen patologías peligrosas como perforaciones de tímpano, problemas de corazón o enfermedades respiratorias. La piscina de la Ciudad Deportiva de Cáceres comenzará a acoger el próximo domingo entrenamientos para el buceo de competición organizado por la Fexas.

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