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FUTBOL

La cólera a destiempo de Rafa Benítez

El madrileño lanza un ataque torpe a Alex Ferguson el fin de semana en el que cambiaron las tornas

ÍÑIGO GURRUCHAGA

Martes, 13 de enero 2009, 01:24

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Sir Alex Ferguson gana a Rafa Benítez el partido particular que el entrenador escocés suele mantener con los entrenadores que compiten con el Manchester United por el título inglés. La victoria se fraguó por la imprudencia de Benítez, que se lanzó, cosa extraña en él, con toda la alegría al ataque, Y, en el contragolpe, zás, recibió la herida. Arsene Wenger llegó a decir que no quería oir hablar nunca más de Ferguson. Ahora se llevan bien. Kevin Keegan explotó ante las cámaras de televisión, cuando entrenaba al Newcastle, y dijo que le encataría acallarlo ganándole la liga. A José Mourinho lo recibió con parabienes, pero luego tuvieron sus más y sus menos. Ahora ha sido Benítez. Habría que dedicarse a escuchar todas las declaraciones de Ferguson en las últimas semanas para saber si hay algo de cierto en la afirmación del madrileño, el pasado viernes, en el sentido de que el sir de barrio proletario de Glasgow, uno de los entrenadores más laureados del mundo, no para de hablar del Liverpool. Si ha hablado tanto, la mayoría del personal se lo ha perdido. Lo que sí dijo Ferguson recientemente es que el Liverpool sentirá a partir de ahora la presión de ser el líder; el vértigo de la victoria, que lo llaman los modernos. Un club que lo ganaba todo, que va a ganar por primera vez la Premier, se derretiría esa es la hipótesis. Ataques a los árbitros Benítez, que ha tenido piedras en el riñón, que ha estado a dieta y tiene ahora un aspecto muy saludable, dio la rueda de prensa del viernes, antes del partido del sábado contra el Stoke City, con un folio sobre la mesa, que, a preguntas de un periodista pelota, leyó. Dijo que en Old Trafford, Ferguson y sus ayudantes amedrentan a los árbitros, que se meten con ellos en el vestuario, que rompen la campaña de respeto hacia los árbitros, que la FA hace el calendario en beneficio del United. Si hubiese alguien con cabeza en el departamento de prensa del Liverpool, al menos le hubiesen aconsejado decir eso a Benítez antes de la rueda de prensa del viernes de Ferguson y que le hiciesen responder al ataque, pero no fue así. Durante el fin de semana flotó en el aire de la Premier el eco de la cólera extemporánea del entreandor del Liverpool. Que, contra el rudimentario Stoke, empató: peloteo y tajo, aridez sin par. Un día más tarde, el domingo, el Manchester United se deshizo del Chelsea. Los de Londres se deshilacharon tras una primera parte igualada y dejaron a Scolari con la necesidad de responder a las preguntas que le persiguen ya desde hace un rato. «Aún Deco en esta liga», «Drogba y Anelka juntos», A Ferguson le preguntaron obviamente por Benítez. «Había mucho veneno en lo que dijo. No entiendo por qué. Cuando Rafa lo piense, se dará cuenta de que lo que dice es ridículo. Debe estar molesto por algo», replicó Ferguson. El Liverpool tiene las finanzas al garete. Sus propietarios han aplazado los planes para un nuevo estadio y la renovación del contrato de Benítez. Mientras tanto, en Old Trafford las cuentas salen. El Liverpool es líder, cinco puntos de ventaja, pero ellos tienen dos partidos menos, ambos en casa. Y el rival, ya se ha confirmado, padece fiebres.

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