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Perera, en su año de gloria
SOCIEDAD

Perera, en su año de gloria

El torero de Puebla del Prior ha roto definitivamente como primerísima figura y es la estrella de un verano en el que, de triunfo en triunfo, se acerca a dos citas memorables en Madrid y Zafra

JUAN ÁNGEL

Jueves, 18 de septiembre 2008, 12:19

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A final de temporada no será el que más ha toreado, pero sí quien más titulares ha acaparado por los éxitos cosechados. Miguel Ángel Perera (Puebla del Prior 1983) busca la calidad muy por encima de la cantidad aún sin despreciar a esta, es casi un poseso en busca de la perfección en las formas de torear.

Si quedaba alguna duda sobre sus intenciones finalizará su temporada en las plazas de Sevilla y Madrid, en esta última matando seis toros como único espada, cosa que repetirá al día siguiente en Zafra, siendo el único caso de semejante hecho. Y además, cuando no le haría falta, pero Miguel Ángel tiene madera de lider. ¿Qué tiene?. Es la pregunta que suele hacerse a los aficionados para saber como es posible una temporada y media a tan alto nivel hasta alcanzar la cima del toreo.

Desde comienzos de temporada Perera planteó un ataque directo a la meta deseada desde sus comienzos: la cima del torero, ostentar el mando, ser el director de orquesta, el 'primus inter pares' de la fiesta durante algunos años, ocupar el puesto que un día tuvieron Ojeda, Espartaco, Ponce o El Juli, y para ello se ha empeñado a conciencia, con el mismo denuedo y afición sea la plaza que sea.

Torremolinos

Comenzó la temporada saliendo a hombros en Torremolinos y desde entonces las crónicas no hacen más que dar fe de sus continuados éxitos. Solamente Valencia se le resistió, pero Sevilla volvió a premiarlo con faena de dos orejas. En su tercera comparecencia del año en Las Ventas, un día después de triunfar José Tomás, Miguel Ángel dio un golpe de autoridad enseñando sus cartas y saliendo también a hombros. Alicante, Badajoz, Soria y León fueron sus broches triunfales de junio. Ciudad Real, Barcelona, Santander son sus puerta grande de julio.

En agosto son las plazas de Huelva, Vitoria, El Puerto, Huesca, Gijón, Beziers, San Sebastián, Bilbao y Bayona. Son las aficiones que les conceden el permiso para salir a hombros de sus plazas.Y en lo que va de septiembre ha conseguido la friolera de salir a hombros quince veces toreando quince tardes. Ayer sin ir más lejos paseó dos orejas más en Albacete, donde protagonizó un mano a mano con El Juli.

Con todos

Perera se ha acartelado este año con lo mejor del actúal escalafón, nunca puso problemas a los compañeros de terna. Ha actuado junto a El Juli, Manzanares, Morante, El Cid, Ferrera, Talavante, Castella, Juan Bautista o Aparicio, Cayetano. Y con José Tomás.

El de Puebla del Prior ha toreado por tanto con lo mejor de la torería andante incluido Ponce, pero le faltaba ver junto a él en la puerta de cuadrillas una cara: la de José Tomás.

El de Galapagar ha programado sus temporadas de una manera especial con pocas corridas, suficientemente distanciadas, eligiendo compañeros y sin dejarse televisar. Esta última condición hacía que no acudiera a las grandes ferias - casi todas televisadas - por lo que era difícil encontrarse con algunas otras figuras que acudían a ellas. Fuera de esas ferias había toreado con El Juli, Morante, Castella o Cayetano, pero no había coincidido con el otro gallo de pelea, Perera, que ya lo había avisado de sus intenciones en Madrid.

La fecha del primer encuentro fue el 24 de agosto en Cuenca con toros de La Palmosilla. Tarde para el recuerdo: Finito, tres orejas; José Tomás, tres orejas; Miguel Ángel Perera: cuatro orejas. Era el «aquí estoy yo».

El segundo encuentro el 11 de septiembre en Valladolid con toros de El Pilar: Manolo Sánchez, oreja; José Tomás, oreja; Perera, dos orejas. Las cosas claras.

Seis toros

¿Qué tiene un torero que se encierra dos tardes seguidas cara a cara con lotes completos de seis toros? Tiene ganas, ambición, afición, valor, pureza, mando, profundidad, dominio, temple. En sus pocos años de alternativa ha sabido ir corrigiendo sus iniciales defectos al tiempo que perfeccionando sus innatas condiciones. Dos eran sus puntos más flojos: el capote y el espada.

Con el primero su mejoría ha sido evidente. Su cercanía a Fernando Cepeda, uno de los mejores interpretes del toreo a la verónica de los últimos tiempos ha podido influir en ello. Ha cambiado la forma de jugar los brazos en el lance fundamental, que mejorará seguro en cuanto enseñe las bambas del capote con la fe con que lo hace con la muleta.

Con el estoque, en sus comienzos, recordaba la forma de Ojeda con aquél clásico salto suyo y, como él, la espada solía viajar trasera. Ahora se coloca entre los pitones y a la distancia exigida por cada toro para provocar la humillación con el cite en el momento oportuno haciendo la suerte muy pura.

Prodigio

Como muletero es un prodigio, con faenas bien construidas gracias a un hilo argumental y ligazón con ambas manos. Torero variado que lo mismo puede comenzar con un pase cambiado, que por bajo o estatuarios, seguir por redondos y naturales, y acabar por bernardinas o manoletinas. Sabe elegir en cada momento las distancias y terrenos. Lo mismo ejecuta el pase citando en largo para luego ligar, que se mete entre pitones cuando el toro acusa falta de fuerzas o casta

Miguel Ángel está llamado a ser torero de época, a mandar en el toreo durante unos años como lo fueron Ojeda, de quien tiene la ligazón; Espartaco, la ambición; Ponce, los conocimientos del toro y los terrenos; José Tomás, el valor seco y frio; El Juli, la técnica y el toreo por bajo.

A nada que los toros lo respeten, Perera puede escribir algunas de las páginas más hermosas del toreo. Con dieciséis años y sin antecedentes taurinos familiares ingresó como alumno de la Escuela Taurina de la Diputación pacense donde bajo la tutela de el matador Luis Reina aprendió los fundamentos básicos de la profesión. Se puso luego bajo la tutela del grupo mexicano Tauromex que diseñaría su etapa como novillero con picadores categoría en la que pasaría otras dos temporadas marcando ya muy claro cual podría ser su dimensión como matador compitiendo con los mejores del escalafón y consiguiendo su primera salida a hombros de la plaza de las Ventas al obtener tres orejas de una novillada de El Ventorrillo pocos días antes de su alternativa en Badajoz.

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