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Las grandes decepciones españolas

El atletismo español se ha marchado de Pekín sin ninguna medalla, cuando se esperaban igualar las de Barcelona (4) y se decía tener el mejor equipo de la historia

MANUEL FRÍAS

Martes, 26 de agosto 2008, 04:00

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Mario Pestano (Disco): «Hoy no lanzaba, no había 'feeling' con el disco. Lo ponemos así y queda más bonito».

Manolo Martínez (Peso): «No he sabido estar a la altura. Estaba seguro de mis posibilidades, tenía la técnica ajustada, pero no he sabido solventar la situación».

Juan Manuel Molina (20 km marcha): «Hay que reconocer que hemos fallado. Cuando las cosas se han puesto serias no he respondido. Es un desastre».

Santi Pérez (50 km marcha): «Pido perdón porque he ocupado una plaza que no merecía y hay gente con méritos que se ha quedado en España».

Josephine Onyia (100 m vallas): «Es un desastre para mí no haber llegado a la final. Mi técnica ha sido mala al principio».

Dolores Checa (5.000 m): «Me encontraba cada día mejor, convencida de que estaba bien. Iba con fuerza y en un gran momento de forma, pero no ha sido mi día y ya está».

Reyes Estévez (1.500 m): «Llevo dos o tres días destemplado, casi con fiebre, debido al aire acondicionado y los cambios tan bruscos». Varapalo importante el que ha sufrido el atletismo español en Pekín, de donde se va de vacío pese a las expectativas que su actuación había levantado. Desde Moscú 1980, cuando Jordi Llopart consiguió la medalla de plata en los 50 kilómetros marcha, sólo en Seúl 88 no se consiguió nada. La última referencia, la de Atenas, habla de dos medallas.

Pese a la situación, el presidente José María Odriozola no quiere hablar de fracaso. «Estoy un poco decepcionado. Mi objetivo era igualar la actuación de Barcelona 92 (cuatro medallas) y no hemos conseguido ninguna. Pero yo no hablo de fracaso, Esto es una decepción, no un fracaso. Decir fracaso es exagerar y a mí no me gusta hacerlo». El presidente se agarró al asidero de los finalistas para intentar justificar la actuación española: «Hemos tenido once finalistas, más que nunca (en Atenas hubo diez), y podíamos haber llegado a catorce o quince porque estuvieron muy cerca de conseguirlo Mario Pestano, Mercedes Chilla y Manuel Olmedo. A Olmedo le pasa como a Higuero, que le falta atacar cinco metros antes. Ser quinto en los Juegos, como lo ha hecho Higuero, es magnífico, pero estuvo muy cerca de la medalla».

A la hora de hablar de las decepciones se centró en Paquillo Fernández y Mario Pestano. «Potencialmente valían la medalla. Paquillo se quedó sin fuerzas y Pestano tuvo mala suerte porque no pasó a la mejora por un centímetro, y con tres tiros más, nunca se sabe». Añadió estar de acuerdo con la actuación de más de la mitad de los 54 atletas que han competido en Pekín pero apuntó que lo que está claro es que no todos tienen el cerebro de Fermín Cacho o Marta Domínguez: «Trabajamos con una psicóloga, que en principio lo está haciendo bien. Yo ni corro ni salto ni lanzo, y Jaime Lissavetzky, tampoco».

Destaca a Marta

Destacó a la palentina Marta Domínguez, que «a doscientos metros de la meta era medallista», y a María Vasco, «en el kilómetro 19 era medalla de bronce». El principal problema es el del cambio generacional, que no se produce. Sirva el dato de que de los 54 atletas presentes en Pekín, 25 ya lo hicieron en Atenas. En la capital griega la edad media del equipo era de 27,1 años, y en la de China ha sido de 29,7.

«Los atletas son bastante veteranos, pero todos quieren seguir en activo hasta el Europeo de Barcelona 2010 comenta el presidente de la Federación. Marta Domínguez, por ejemplo, me dijo que si hubiese ganado aquí una medalla se hubiese retirado, pero que como no lo ha hecho va a seguir hasta Londres 2012 porque tiene esa espina clavada».

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