Saunier Duval hace la carrera de su vida con cinco millones de euros

Los números no engañan. Saunier Duval se ha convertido en el equipo de moda del Tour, al menos en la primera parte de la carrera, hasta Pau. En sus tres primeras participaciones, su logro más llamativo fue el maillot de la combatividad que logró David de la Fuente en 2006.

Dos años después, la irrupción de un fenómeno llamado Ricardo Ricco, junto al excelente momento de forma de Leonardo Piepoli y Juanjo Cobo, colocan a Saunier Duval en un lugar que por presupuesto no les corresponde. Cobo y Riccó son octavo y noveno en la general; Riccó ha ganado dos etapas, Leonardo Piepoli, una. Son líderes por equipos y Riccó manda en la montaña y en la general.

Unos resultados espectaculares para una formación que maneja cinco millones de euros de presupuesto, contando todas las aportaciones que reciben, tanto de Saunier Duval, como de Scott e incluso del Estado mexicano de Chihuahua, que aportó 300.000 euros.

Es una colaboración que en el futuro puede aumentar. Josean Fernández Machin, el director, está sacando petróleo de un grupo de ciclistas que comenzó renqueante la temporada. De hecho, hasta el Giro de Italia no empezaron a brillar con Ricardo Riccó, que finalizó segundo en la general, detrás de Alberto Contador, además de ganar una etapa.

Lo del Tour ha superado todo lo imaginable. Machin no quiere oír hablar de la posibilidad de que Riccó pueda ganar el Tour: «No es una baza con la que contábamos. Con él vamos día a día. Ya sabéis como llegó hasta aquí. Iba a correr la Vuelta a Suiza, hizo unos tests, se vio bien, comenzó a entrenar y está siendo la revelación del Tour. Nosotros no tenemos la responsabilidad de trabajar en el Tour. Eso es para el Silence y el CSC. Somos un equipo de escaladores».

No se dio gomina en el pelo el técnico de Basauri (Vizcaya) para estar presente en la rueda de prensa. Mantiene las ideas claras: «En la montaña, hemos intentado sumar puntos con De la Fuente, a base de escapadas, pero estando Riccó, le he dicho que se mueva en los puertos finales, donde la puntuación es doble». Le están quitando toda la presión que pueden a Riccó en Saunier. «Es que realmente no le veo como ganador del Tour. Perdiendo 4:12 en una contrarreloj de 30 kilómetros no se puede ganar el Tour. Llevamos sólo diez días de carrera. Aquí queda mucho».

Manda en la carrera

En quien sigue teniendo confianza es en Cobo: «Yo estoy convencido de que puede hacer entre los diez primeros. Es un corredor noble, agradecido, al que de vez en cuando le da un cortocircuito. No es un problema de confianza, porque él tiene mucha en si mismo, sino de cómo le vayan saliendo las cosas».

Lo que no deja ninguna duda en Saunier Duval es quien manda en la carretera: Leonardo Piepoli asume ese papel. Riccó parece que le pide permiso hasta para hablar. Los dos italianos forman un clan muy especial. «Somos un equipo pequeño, pero tenemos un ambiente muy bueno. Siempre se dice que en las casas de los pobres hay más ambiente que en las de los ricos. El que gente como Cobo estén desde el primer año en el equipo, ayuda mucho en ese sentido».

Machin siempre ha alabado la fortaleza de su formación: «La fuerza del colectivo es lo más importante que tenemos. Yo no dudo.

Prefiero ganar la Vuelta al País Vasco, que ser decimoquinto en la general del Tour». Riccardo Riccó tuvo ayer el día tonto. Sus respuestas fueron muy cortas: «No tengo ninguna duda en lo que voy a hacer en lo que queda de Tour. Si tengo piernas, atacaré.

Hautacam era para mí una etapa mejor que la de Bagnères, pero las situaciones fueron distintas».

Tampoco duda al afirmar que el «Giro es distinto al Tour. Aquí hay menos escaladores que en Italia. En el Giro el nivel era mucho más alto. Allí estaba Contador. El va más fuerte que yo en las cronos y yo voy algo mejor que él en montaña. Evans es el líder, pero no es el 'padrone'».

Tiene una etapa apuntada, la de Alpe D?Huez. Allí ganó Pantani: «¿Qué prefiere el podio del Tour o ganar en Alpe D?Huez? Ya he sido podio en el Giro. Lo que quiero es ganar en Alpe D?Huez. Supongo que no seré el único».