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Uno de los colaboradores muestra tallos para plantaciones./E.G.R.
Chopos energéticos para el Valle del Tiétar
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Chopos energéticos para el Valle del Tiétar

Un estudio avala la viabilidad de plantar chopos en el norte de Cáceres para su posterior utilización en centrales termoeléctricas, llegando a rendir 4.000 euros anuales cada hectárea

ELOY GARCÍA

Domingo, 18 de mayo 2008, 14:26

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¿Se imaginan un combustible renovable y ecológico que, a la vez, permita sostener los asentamientos rurales en el valle del Tiétar y el Campo Arañuelo, amenazados por el previsible fin -o al menos drástica reducción- del cultivo del tabaco? Pues éste es el planteamiento que se viene haciendo en torno a la biomasa y los cultivos energéticos, basado en el aprovechamiento de insumos vegetales para la producción de energía. Por lo que respecta al norte de Cáceres, la iniciativa sería viable si se planteasen explotaciones de chopos.

Así lo afirma la empresa Sinersys que, junto al Ministerio de Educación y Ciencia y diversas universidades, participa en un estudio sobre la viabilidad de producción de energía en España a partir de la biomasa de los cultivos energéticos.

Mientras que en otros puntos la balanza se ha inclinado por los cultivos herbáceos, huesos de aceitunas, cáscaras de almendras o incluso los despojos de animales (cerca de grandes mataderos), en el caso de las comarcas del norte de Cáceres la ansiada viabilidad se conseguiría con el chopo (por ser el que más biomasa genera), cortándole anualmente para su uso en centrales termoeléctricas.

Jornada informativa

Los resultados de estos estudios los daba a conocer Carmelo Salarnier, coordinador de proyectos de Sinersys, en una jornada informativa celebrada ante cerca de medio centenar de responsables y técnicos de diversos municipios de la zona, convocados por la Mancomunidad Integral de Municipios del Campo Arañuelo.

Salarnier explicó que, a diferencia de las instalaciones de otras energías renovables (como por ejemplo la solar o la eólica), la biomasa continúa generando empleo después de su implantación, pues precisa de la puesta en marcha de recursos y la creación de un tejido empresarial permanente para producir y comercializar esta materia prima, con la consiguiente generación de empleo y riqueza para la zona.

De ahí su importancia en una zona como La Vera y el Campo Arañuelo, pues podría hacer las veces de alternativa al tabaco. «Queremos que sea un sector competitivo, medioambientalmente sostenible y rentable, libre de subvenciones públicas», manifestó Salarnier.

No obstante, aclaró que para ello se precisaría la implicación de empresas, administraciones y la población en general, y que la iniciativa -muy extendida en Europa- aún se encuentra en pañales en España, cuya producción se exporta a países nórdicos.

80 euros la tonelada

Por los datos obtenidos en los campos de ensayo (cuentan con uno en Alcolea de Tajo (Toledo) y otro en Pueblonuevo (Cáceres), el chopo se cortaría a los 8 ó 9 meses de vida, pues el tronco habría alcanzado el diámetro ideal para su posterior manipulación.

En cada hectárea se plantarían unos 20.000 ejemplares, cada uno de los cuáles pesaría entre 4 y 5 kilos en el momento de la recolección. Así, cada hectárea generaría cerca de 100 toneladas de biomasa que, procesada y secada, se reduciría a la mitad. El rendimiento por hectárea llegaría a 4.000 euros a razón de 80 euros la tonelada.

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