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Ismael Carmona es 'el estudioso' del proyecto. / LORENZO CORDERO
La verdadera historia de Güiquipeya
SOCIEDAD

La verdadera historia de Güiquipeya

Tres jóvenes extremeños, que sólo se conocen a través de Internet, están detrás de la iniciativa linguística virtual más polémica de la semana

ARACELY R. ROBUSTILLO

Domingo, 13 de abril 2008, 13:57

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Un filólogo hispánico, otro clásico y un ingeniero son los creadores de la iniciativa lingüística virtual más polémica de la última semana. Ni siquiera se conocen en persona y a duras penas recuerdan exactamente el nombre y los apellidos en la vida real de sus compañeros de aventuras. Entre ellos se conocen como 'pairi anhi', 'tiu Chelu' y 'tio fraili' y comparten desde hace casi un año un proyecto común, la versión en idioma extremeño o 'extremeñu', como ellos lo llaman, de Wikipedia, la archiconocida enciclopedia virtual: la Güiquipeya.

Les han llamado héroes, regionalistas, disparatados, 'freakis', valientes y payasos en los últimos días. Su 'criatura' saltaba a la arena pública a través de la edición digital de un diario nacional y de pronto se han convertido, sin quererlo, en los protagonistas de un debate que no llegan a entender.

Pero éste no es más que la crónica del destape mediático de una historia que comienza, como otras tantas, con la lectura de un libro. En este caso con una traducción de «El Principito», de Antoine de Saint-Exupéry, al castúo, realizada por el verato Antonio Garrido Correa. Ángel Roncero, un joven filólogo de Don Benito, disfrutó tanto con la lectura de ese 'Principinu' que le picó el 'gusanillo' y quiso participar de alguna forma en la preservación de una lengua en la que se reconocía a sí mismo y a sus ancestros.

Sólo un poco después vino el salto a la Red de redes: «Soy usuario de la Wikipedia y cuando vi que había páginas de lenguas minoritarias de España como el asturiano o el aragonés pensé que nosotros también teníamos la nuestra y que, por desgracia, está en peligro de extinción. Se me ocurrió que sería una buena forma de darla a conocer a los habitantes de la región y del mundo. La idea principal es que los extremeños puedan implicarse en ella».

Triunvirato en la red

El inicio de su empresa requería muy pocos requisitos, según cuenta Roncero. La lengua tenía que estar reconocida como tal y contar con un código ISO, un sistema de taquigrafía internacional, creado por la Organización Internacional para la Estandarización, muy útil para indentificar idiomas. «El extremeño tiene su código ISO y está reconocido, además, por el Ethnologue, el catálogo de todas las lenguas y dialectos hablados en el mundo», explica 'pairi anhi'.

A partir de ese momento, se puso a trabajar y a traducir artículos para darle contenido a la página, aunque asegura que nunca han alcanzado los 12.500 a los que han aludido algunas publicaciones. Muy pronto entró en escena el segundo miembro de este particular triunvirato. «Jose Luis se unió rápidamente y más tarde Ismael Carmona, que andaba más ocupado en sus investigaciones filológicas. Nos convertimos, entonces, en un grupo de tres: yo me encargo de las traducciones, Jose Luis de la parte técnica de la web, como la traducción de la interface, uno de los pasos imprescindibles para la aprobación del proyecto de su incubación, y Carmona se preocupó más por la parte filológica: homogenizar el extremeñu».

El creador, el informático y el estudioso, 'pairi anhi', 'tiu Chelu' y 'tio fraili', que es como se llaman entre ellos en la Red, funcionaban por primera vez como un equipo, cuyos resultados pronto verán la luz en el dominio 'Wikipedia', aunque todavía no haya una fecha fijada para ello.

Internet es el punto de encuentro virtual que divide equitativamente la distancia que separa sus lugares geográficos de origen: Don Benito, Mérida y Valdelacalzada. En ese espacio hablan en 'extremeñu' un idioma, para Ismael Carmona, que se diferencia del castúo porque procede de la rama astur-leonesa, mientras que el de Chamizo «es castellano importado de la reconquista, que ha evolucionado en similitud al castellano y tienen un importante préstamo leonés».

Carmona, autor de 'Ortografía del Extremeño', ha investigado durante meses y ha conseguido reunir un total de 5.000 términos cotejados. En su trabajo, le ha ayudado mucha gente, en particular sus abuelos, naturales de Puebla de la Calzada. El 'tiu fraili' argumenta que el extremeñu «no se basa sólo en vocabulario y pronunciación, también tiene peculiaridades morfosintácticas».

Desconocimiento

Entregados a su cometido, los tres miembros de esta particular 'secta' asistieron a las adhesiones de otros jóvenes que compartían sus inquietudes y que apoyaban su inciativa desde diferentes puntos de la geografía extremeña y también española.

Sumidos en la concentración de su cometido, confiesan que todavía les dura la sorpresa ante la avalancha de críticas que han suscitado atreviéndose a conjeturar sobre sus causas: «El desconocimiento es el mayor causante de esas voces. He llegado a leer en alguna parte que hay gente que compara el extremeñu con el lenguaje de Star Trek», relata divertido Roncero, que asegura que sus pretensiones no pasan por instaurarlo en los colegios para su estudio, «sólo busco el reconocimiento de que existe, nunca pensé en utilizarlo como un 'arma nacionalista', como hacen en otras comunidades. Buscamos la resurrección del extremeño, pero a nivel cultural», explica.

No todo son voces en contra, sin embargo. Entre sus defensores, el poeta extremeño Javier Feijóo: «Yo, personalmente, no he intervenido en ningún momento en el proceso de preparación y aprobación de esta versión extremeña de 'Wikipedia'; aunque, por mi condición de Secretario de la Asociación 'Estudio y Divulgación del Patrimonio Lingüístico Extremeño (APLEX)', y por mis correos y conversaciones con cuantos simpatizantes se solidarizan con nuestro trabajo asociativo en esta materia, tenía conocimiento de que dicho proyecto se estaba gestando».

Opina Feijóo que «esta incipiente 'Güiquipeya' no debe, en modo alguno, catalogarse gratuitamente como una 'pretensión absurda', tal y como la califican en algunos foros; «porque, y de ello sí estamos convenidos todos, con ella no se pretende crear ningún idioma nuevo, sino proteger, conservar y divulgar las diferentes expresiones lingüísticas que un día hubo, y aún persisten en muchas poblaciones de la geografía extremeña. Es decir, utilizarla como un valiosísimo instrumento para catalogar y conservar el patrimonio lingüístico extremeño, ese que, precisamente, utilizaron para entenderse nuestros antepasados, incluso los de aquellos que ahora reniegan de él, probablemente por una serie de prejuicios que, personalmente, yo no entiendo».Para los tres protagonistas de esta historia y todos aquellos que les siguen o les apoyan, Feijóo ha querido escribirles unas palabras que, quizá, sólo ellos entiendan, pero que suenan dulcemente familiares y pueden tender algún puente: «Vaya pues mi más juerte abrazo pa tos los qu'han germinao la ocurrencia de la 'Güiquipeya', dispreciando apegos políticos y malinteresaos; jaciendo región dende'l respeto y la elegancia pa con los demás palrantes d'otros galraeros, y, asina, se puean dir arrellanando las vereas empercudías e zancaíllas de tos los qu'entoavía no diquelan más p'allá de los sus cortos alcances». Ahí queda.

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