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El consejero de Agricultura, Juan Mª Vázquez
El futuro del sector agrícola pasa por la unión de esfuerzos
ENCUENTRO SAN TELMO-DIARIO HOY

El futuro del sector agrícola pasa por la unión de esfuerzos

El Instituto Internacional San Telmo y el diario HOY sientan en una mesa a los principales interlocutores agrarios de la región

RAÚL HABA |

Lunes, 31 de marzo 2008, 20:09

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El reto alimentario en el Siglo XXI, el reto energético, la incorporación de jóvenes al campo, las políticas del sector, las tan ansiadas transformaciones de los productos...Éstas y muchas claves más se han puesto sobre la mesa esta semana en el debate organizado por el Instituto Internacional San Telmo y el diario HOY y celebrado en un marco acogedor y tan ligado a las tradiciones campesinas de Extremadura como es la sala de aperos agrícolas del Museo Etnográfico de Don Benito.

«¿Hay futuro en el sector agrícola?...¿y si lo hay, ¿cuál es?». Esa es la cuestión puesta sobre la mesa para que destacados representantes de distintos estratos del sector agrario tratasen de arrojar luz sobre el devenir del agro extremeño.

Tras la presentación realizada por el director general de Corporación de Medios de Extremadura, José Luis Pastor, y la intervención como anfitrión del alcalde de Don Benito, Mariano Gallego, se alzó el telón de este debate que agrupó en una mesa a Antonio Villafuente, del Instituto Internacional San Telmo, como moderador; Juan María Vázquez, consejero de Agricultura de la Junta de Extremadura; Atanasio Naranjo, de la empresa frutícola Tany Nature; Bibiano Serrano, de la organización agraria Apag Extremadura-Asaja; Mariano Señorón, de Caja Rural de Extremadura; Teodoro Casado, de Piensos Teca, y Domíngo Fernández, de Acopaex.

Unión, diversificación, calidad y acometer la transformación final de los productos parecen ser aspectos que definen la hoja de ruta establecida por los ponentes para que la agricultura afronte con garantías y de manera prometedora ese futuro.

Juan María Vázquez habló del presente, un buen presente a tenor de los buenos resultados en los distintos subsectores agrarios tras la campaña de 2007, excepción hecha de la crisis ganadera. Pero el consejero también habló de futuro. En opinión de Juan María Vázquez, el sector agrario está en en centro de dos de los grandes retos del futuro económico: el alimentario y el energético. El destino habitual de los productos del campo ha sido el de llenar la despensa, pero ahora también llenar el depósito por medio de los biocarburantes obtenidos de productos agrarios.

Bibiano Serrano, de Apag Extremadura-Asaja condujo sus argumentos a otras claves: las políticas agrarias de Europa, la continuidad de las ayudas comunitarias para la subsistencia del sector, pero sobre todo el captar el valor añadido de las producciones. Fue ahí donde comenzó a revolotear sobre las exposiciones orales de los ponentes la propuesta de unión en el sector para adquirir más fortaleza ante los compradores, a la vez que avanzar en la segunda, tercera e incluso cuarta transformación para que los productos del agro extremeño lleguen al consumidor final evitando su paso por manos externas. «En ese camino nos tienen que alumbrar las administraciones», llegó a decir Serrano.

Antonio Villafuerte, del Instituto Internacional San Telmo, citó otra de las claves: las cadenas de compra se están concentrando cada vez en menos manos y los productores deben encaminar sus esfuerzos a un fenómeno similar para equilibrar fuerzas. Serrano recordó en este sentido una frase comparativa del ex presidente Ibarra que aludía a que los compradores caben en un taxi, pero los productores no caben ni en diez campos de fútbol.

Para Domingo Fernández, representante del sector cooperativo, ha llegado el momento de unir fuerzas porque la atomización del sector no es buena para la comercialización. A su juicio, la Junta de Extremadura debe dirigir las ayudas a la unión en el sector. «No podemos hacer chiringuitos en cada pueblo», llegó a decir.

A medida que avanzó el debate, y empleando un simil culinario, éste se fue enriqueciendo con nuevos ingredientes. Por ejemplo, Mariano Señoron, de Caja Rural de Extremadura, propuso la creación de una central unitaria de compra y de venta, pero a la vez apeló a la imaginación, a cambiar las estrategias comerciales y a llegar a los mercados emergentes con productos diferenciales, «porque seguimos haciendo las cosas como antes», vino a decir. Señorón destacó que no hay que olvidarse de apoyar el entorno rural, continuando las políticas de ubicación de servicios en los pueblos para que sus habitantes vivan de una manera digna.

Teodoro Casado, del subsector de piensos, abundó en la necesidad de encaminar los esfuerzos del sector agroganadero a una mayor unión. A su juicio, las amenazas son menores que las oportunidades, pero algunas claves del futuro pasan, a su entender, por hacer grandes cebaderos y grandes mataderos, especificación de la carne para una buena presentación en el mercado y disponer de una buena despensa para hacer frente a la demanda.

Un ejemplo a seguir es el producido en los últimos años en el subsector frutícola, un subsector que además no recibe ayudas de la PAC. Extremadura ha pasado a ser uno de los grandes dominadores mundiales en un apartado que hace veinte años se disputaban Francia e Italia, con la excepción hecha del papel preponderante de California. De todo ello habló Atanasio Naranjo.

En la actualidad, Francia e Italia están cayendo. Eso unido a las crisis experimentadas por la fruticultura andaluza, levantina y del Valle del Ebro, que eran los principales competidores internos, ha hecho que la fruta extremeña se haya abierto a mercados de todo el mundo, llegando incluso a disputar el mercado canadiense a la mismísima California.

Pero la producción del Norte de África y Turquía se asoma como la amenaza para una región que en la actualidad se apoya en unos excelentes pilares. Uno de ellos es la situación geográfica, en medio del triángulo Madrid-Lisboa-Sevilla.

Con las posiciones antagónicas que actualmente representan la ganadería y la fruta, Antonio Villafuerte afirmó que «no se puede hablar de una sola agricultura», a la vez que, siguiendo con el simil culinario, añadió otra especia más: la incorporación de los jóvenes al trabajo. En este sentido, el consejero de Agricultura facilitó una receta que pasa por cambiar el concepto que tienen los jóvenes del campo, mejorar las condiciones laborales para hacerlo atractivo y abundar en el terreno de la formación.

Juan María Vázquez no quiso concluir sin hacer un llamamiento a sacar un mayor provecho de la Marca Extremadura y a una mayor implicación de los ganadero en la transformación, pero sobre todo intentar lograr la dimensión adecuada (tener el producto adecuado para el consumidor en el momento adecuado).

La gran unión cooperativa con claro referente y objetivo comercializador se erigió como la gran asignatura pendiente de un sector que pretende avanzar hacia una transformación que propicie la llegada de un producto final hecho en Extremadura a las estanterías de los supermercados. Esta meta se dibujó también en el horizonte del campo extremeño.

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