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BALONCESTO

El partido más largo

El Obradoiro, club de primera regional, recupera su derecho a entrar en la ACB tras 17 años de lucha judicial Su presupuesto, de 30.000 euros, deberá subir a 5 millones

LUIS LÓPEZ

Lunes, 3 de diciembre 2007, 01:58

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La travesía del Obradoiro será recordada durante mucho tiempo como una de las historias más increíbles del baloncesto español. El club gallego recibió esta semana la noticia que llevaba 17 años esperando: el Tribunal Supremo fallaba a favor de su recurso de casación y obligaba a la ACB a admitir al equipo en la máxima categoría del baloncesto español. De ese modo, el club de Santiago ascenderá a golpe de sentencia cinco categorías, ya que ahora se encuentra en el equivalente a la primera regional.

La historia comenzó en el playoff de ascenso a la ACB de 1990. El Obradoiro se enfrentó contra el Juver de Murcia y perdió. Pero algo no estaba bien. Uno de los jugadores del club que ya celebraba el ascenso, Esteban Pérez, era argentino y no ocupaba plaza de extranjero. Él era el alero que había 'freído' a los gallegos con tiros desde el perímetro. Ese mismo año comenzó un árido peregrinaje judicial.

Mientras los abogados trabajaban, la situación deportiva comenzó a complicarse a velocidad de crucero y el club estuvo a punto de desaparecer. El actual presidente del Obradoiro, José Ángel Docobo, recuerda esos tiempos. Primero, como aficionado; luego, a partir de 1992, como parte de la junta gestora; y más tarde, a partir de 2002, como vicepresidente, antes de ocupar la máxima responsabilidad el año pasado.

-¿Por qué la situación se deterioró con tanta rapidez?

-En la temporada siguiente a aquel partido, la 1990-91, el club descendió a la tercera categoría del baloncesto nacional. Fue una época de desmoralización colectiva, de deudas, de ausencia de apoyos oficiales... En 1992 estuvo a punto de desaparecer.

-¿Cómo se salvó?

-Inscribimos al equipo en categoría juvenil, con el mismo nombre, esperando que se solucionase la situación legal. Pero se iba complicando cada vez más.

-¿Por qué?

-Porque la Federación Española rechazó nuestros recursos y hubo que ir a la justicia ordinaria. Mientras las cosas en los despachos iban a peor, el equipo de juveniles iba remontando y ascendimos tres categorías, hasta la primera división gallega, en la que estamos ahora.

El club envió detectives a Argentina para probar que de allí venía Esteban Pérez, hizo pruebas de ADN, investigó todo lo investigable y, al final, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid decretó que el Juver tenía una alineación indebida.

-Fue en 1994. Pero ahí no acabó la cosa.

-Estaba empezando. Aquel año probamos que el argentino había hecho trampas y fue condenado por falsificación de documento público. La multa la pagó el club y no fue a prisión porque no tenía antecedentes.

-Una vez probado eso, ¿por qué no se llegó a la solución definitiva?

-Porque la Federación comenzó entonces con su actitud obstruccionista, a presentar recursos hasta llegar al Tribunal Supremo. Así pasaron ocho años.

Muchos millones

En 2002 el alto tribunal le dio la razón una vez más al Obradoiro. Instó a la ACB a que acogiese al club gallego, pero ni la Asociación ni la Federación querían hincar la rodilla. Entonces, exigieron al equipo el canon de ingreso vigente, de 500 millones de pesetas. Los de Santiago, un humilde equipo regional, ni por asomo podían hacer frente a esa cantidad, y mucho menos en los dos meses que los jefes del baloncesto les concedieron para hacerlo. Así que hubo que regresar a los juzgados. El Obradoiro pedía que el canon de ingreso exigible fuera el viente en el momento en el que se les arrebató el ascenso, es decir, en 1990. La cantidad entonces era de unos cien millones de pesetas.

El Tribunal Supremo dictó sentencia sobre esta cuestión esta semana. Los jueces le dieron la razón en todas sus pretensiones, otra vez, al Obradoiro, mientras la ACB y la Federación tuvieron que asumir una dolorosa derrota que dinamita su imagen y su credibilidad. Sin embargo, el daño sufrido por el club en estos años no tiene precio. Ahora deberá decidir si está en condiciones o no de entrar en la máxima categoría del baloncesto español pese a hacerlo en las mismas ventajosas condiciones que en 1990, es decir, con un canon de sólo 600.000 euros.

-Como siempre, el problema será el dinero.

-Claro. Ahora nuestro presupuesto es de 30.000 euros, y para estar en la ACB con mínimas garantías y pagar el canon necesitaremos cinco millones. Tendremos que encontrarlos como sea.

-O vender la plaza.

-Esa es la última opción. Después de todo lo que hemos pasado estos últimos años, de toda esta lucha, sería una imagen lamentable el tener que renunciar. Además, yo creo que Santiago tiene capacidad para ello. De todos modos, ya he tenido varias ofertas de compra.

-¿Para comprar el club o la plaza?

-¿Lo que sea! Pero todas las llamadas han sido de fuera de Galicia. Así que hay que esperar, porque lo que queremos es que el Obradoiro se quede en la comunidad.

-¿En qué puertas van a llamar?

-Yo ya tengo una reunión concertada con el concejal de Deportes de Santiago de Compostela. También esperamos que en algún momento aparezca la Xunta, porque ahora no hay ningún equipo gallego en la división de honor. Y también hablaremos con empresarios.

-¿Cuándo se sabrá que pasa finalmente?

-No nos damos plazos, pero a mí me gustaría tener las cosas aclaradas en enero o febrero. Si al final entramos en la ACB para la temporada 2008-2009 en junio debemos tenerlo todo entregado.

-Habrá que hacer un equipo nuevo, comprar jugadores...

-Eso es fácil, un jugador se compra de un día para otro. Sólo hace falta liquidez.

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