Paseo militar en El Cuartillo

El Cuartillo es al atletismo cacereño lo que Maracaná a Brasil o Los Lagos de Covadonga a la Vuelta Ciclista en sus tiempos de gloria. Resulta imposible repasar las mejores citas que ha deparado este deporte en los últimos años sin que aparezca el nombre de la finca de la Diputación y su majestuoso Complejo Deportivo. El Cuartillo tiene gancho, y ayer lo volvió a demostrar. No se llegó a la cifra mágica de los 1.000 atletas, pero los cerca de 700 que tomaron la salida no estuvieron solos, sino que contaron con el apoyo de dos millares de espectadores que aprovecharon la mañana más primaveral de noviembre para acudir a una cita que ya es histórica.

El Trofeo Diputación cumplió ayer 24 ediciones con un éxito repetido, el de Juan Francisco Cano. El corredor de Montijo confirmó que está casado con el triunfo cada vez que acude a Cáceres. Ganó en 2006 y fue el primer extremeño en la Media Maratón Internacional celebrada en abril. Ayer, en un auténtico paseo militar, convirtió la prueba reina en un entrenamiento.

«Bueno, sí, es cierto. La verdad es que no me ha costado mucho. Venía con ganas, dispuesto a conseguir el título y las cosas me han salido bien», resumió el que fuera mejor español en la Maratón madrileña el año pasado.

El que pueda que me siga

Rebasada la treintena, Cano se sube al podio a base de experiencia y control. Ayer ni siquiera tuvo necesidad de plantear una carrera demasiado táctica. Su estrategia fue tan simple como ponerse a tirar del carro de los rivales desde que sonó el pistoletazo de salida. «El que pueda que me siga», pareció pensar. Y sólo hubo dos atletas tras su estela, el segundo clasificado, José Manuel Cabrera, de Alburquerque, y el tercero, Imanol Alfonso García, de Almaraz. A Cano le acompañaron las fuerzas hasta tal punto que sacó más de medio minuto de ventaja a sus perseguidores. Pocos segundos después de romper la carrera ya sabía que iba a ganar. En cuanto atravesó la línea, tomó aire, respiró hondo y atendió a los periodistas que le estaban esperando. «Estoy contento, me han salido bien las cosas, más fácil de lo esperado», sentenció. Juan Francisco Cano aprovechó su superioridad y se benefició de las ausencias de los 'notables' del atletismo extremeño. No había nadie entre los grandes del medio fondo y la larga distancia. Sin los Villalobos, Bote, Manuel Núñez, José Luis Galván o hasta el segundo clasificado del año anterior, Pedro José Hernández, todo fue más sencillo para él. Aunque eso no quita mérito al doblete de este jornalero del campo a través que ejerce como el número 1 de Extremadura en la especialidad de maratón.

Participación

Fue otra fiesta de las habituales en El Cuartillo. Con alta participación, con buen ambiente y con el palco de autoridades casi al completo, desde el presidente de la Diputación, Juan Andrés Tovar, hasta el nuevo director de Deportes, Fabián Quesada. «Estamos satisfechos, la prueba está plenamente consolidada», señalaba el responsable de Deportes de la institución que apadrina la competición. José Ignacio Fernández, que hizo de nuevo de narrador, lo veía desde tribuna. «Los veteranos tienen mucho mérito. No paran. Dan ganas de dejar el micrófono y echar a correr», bromeaba en plena retransmisión, mientras Francisco Robles (La Serena) se confirmaba como el 'abuelo' de los campeones. Con la figura del locutor cacereño, Carlos Tejado, en el recuerdo, Tania Carretero se alzó con la victoria en la prueba femenina, en la que la ganadora del año pasado, Remedios Carrasco, ni pudo subir al podio. Faltaron ilustres como Sonia Bejarano, Teresa Urbina y hasta Cristina Jordán, con la vista puesta en el próximo Europeo.

Las obras del nuevo hospital han cambiado el paisaje. Ha perdido parte de su aire bucólico el circuito de El Cuartillo. No tienen ya los atletas la sensación de antaño de estar compitiendo en plena naturaleza, por la inmediatez del hormigón y de las grúas. Pero el avance de la civilización no condiciona el del propio atletismo, que en jornadas como la de ayer se hace grande a través de la participación y la ambición de ganar. De lo segundo dio una lección abrumadora Juan Francisco Cano. De la primera hablaron los representantes del equipo de la ONCE. Fernando Pérez, Domingo Carretero y César Lázaro aunaron esfuerzos y lucharon contra el terreno y su condición de deficientes visuales, en el caso de César ciego total. Se llevaron la ovación del día y el reconocimiento a un esfuerzo que resultó evidente. «Estamos acostumbrados a circuitos más duros, a la media maratón alpina, con mucho desnivel. Pero ha estado bien. Hemos terminado», explicaba Domingo. «Hemos dado la cara, y eso que lo mío es el ciclismo», recordaba Fernando, conocido vendedor de cupones de la calle Salamanca.

Deporte e integración, medallas de oro y otras de pura superación personal. El Cuartillo alarga la historia de su gran carrera. 24 años le contemplan.