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MOTOR

Fernando Alonso y McLaren se dicen hasta nunca

Dennis concede la libertad al asturiano, le deja que fiche por cualquier equipo, pero le impone una cláusula de confidencialidad

JOSÉ CARLOS CARABIAS A TENOR DEL DOCUMENTO FIRMADO AYER, ALONSO HA COMPETIDO DIEZ MESES PARA LOS COLORES DE MCLAREN. EN ESE TIEMPO, LA RELACIÓN QUE ARRANCÓ IDÍLICA EN EL INVIERNO DE 2006, SIGUIÓ PARADISIACA EN LA ESPECTACULAR PRESENTACIÓN DEL EQUIPO EN VALENCIA POR DIEZ MILLONES SUFRAGADOS POR VODAFONE, COMENZÓ A DETERIORARSE POR DETALLES SOCIALES MÁS QUE DEPORTIVOS.

Sábado, 3 de noviembre 2007, 01:45

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Ron Dennis, el patrón, no estableció en el finiquito ningún apéndice que impida al asturiano fichar por el equipo que desee. Pero obligó a sus asesores a firmar una cláusula de confidencialidad que evita conocer los detalles del manuscrito del divorcio. Un silencio administrativo que puede afectar al futuro inmediato de Alonso, a su negociación para encontrar equipo con el que competir en 2008. Sólo podrá desligarse de McLaren el próximo 31 de diciembre si hasta entonces no salen a la luz los detalles del tratado.

Alonso quería marcharse de McLaren y la escudería, deshacerse de un piloto con el que nunca encontró la química. El jueves por la noche, las líneas maestras del divorcio estaban plasmadas entre Ron Dennis y sus abogados y Luis García Abad -el representante legal de Alonso- y el bufete madrileño que lo asesora. Faltaban por definir los plazos y las formas en que se comunicaría la noticia a la opinión pública. Pero la decisión de la ruptura estaba ya tomada desde ese mismo día.

El foro oficial para notificar la escisión fue la web de McLaren, donde ambas partes coincidieron en el mismo mensaje. La relación personal no funcionó. La convivencia mató la ilusión. «Alonso es un gran piloto, pero por alguna razón la combinación entre McLaren y Fernando no ha funcionado, y al final hemos llegado a un punto en que ninguno podía dar un paso adelante», adujo Ron Dennis.

«Desde que era niño siempre quise conducir para McLaren, pero a veces las cosas en la vida no funcionan. Continúo creyendo que McLaren es un gran equipo. Hemos tenido nuestros más y nuestros menos, lo que ha sido un reto extra para todos nosotros y no es un secreto que nunca me he sentido realmente en casa», explicó Alonso, tan feliz como Ron Dennis al pronunciar estas palabras en la web.

Discreción

La cláusula de confidencialidad impuesta por Ron Dennis a cambio de conceder la libertad al piloto español obliga a ambas partes a guardar silencio al menos hasta el 31 de diciembre, cuando finaliza realmente el compromiso. Por ese motivo, fuentes de la negociación descartaron como auténtica cualquier cifra que salga a partir de ahora sobre el coste de la rescisión. Y ni siquiera precisaron si ha habido intercambio económico por la resolución.

Esa cláusula de confidencialidad, tan común en las altas esferas del deporte, ha resultado una cuestión fundamental en el finiquito del contrato. Fernando Alonso obtiene como contrapartida la posibilidad de irse al equipo que quiera. Ron Dennis pretendía, en buena lógica, guardarse la carta de una retención de futuro. Si el doble campeón del mundo dejaba McLaren, que no fuese al menos para reforzar al eterno rival, Ferrari, o a cualquier otra escudería puntera, tipo Renault, donde el asturiano ha ganado sus dos campeonatos del mundo.

Fuentes de la Fórmula 1 insistieron en que es «muy difícil» rescindir un contrato en el mundillo sin que haya contraprestación económica de por medio. Los asesores del asturiano insisten en que no había una cláusula de rescisión, sino dos años más de contrato. La Prensa inglesa deslizó que la cantidad llegaba a los 20 millones de euros.

Los detalles sociales

Fernando Alonso no acudió a la fiesta del sesenta cumpleaños de Ron Dennis el pasado 1 de junio y prefirió quedarse en casa con su pareja. Por ahí se inauguró la otra vía, la del desencuentro cultural entre el carácter español y el inglés. Siguieron luego las cenas compromiso dentro del equipo, las meriendas de Lisa -la mujer de Dennis-, los fines de semana en el yate... Invitaciones que Alonso siempre rechazó y que tuvieron más influencia de lo que él pensaba en su malestar con el piloto asturiano.

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