El Joventut ratifica su liderato ante el Barça

Faltaba una victoria de prestigio para que el DKV Joventut certificara que es el mejor equipo en este inicio del campeonato y lo consiguió de manera contundente (94-73) ante un AXA Barcelona desorientado y que no fue rival para el equipo de Badalona. Rudy Fernández en el primer tiempo y Jan Hendrik Jagla en el segundo lideraron a los verdinegros en el capítulo anotador, consiguiendo entre ambos más de la mitad de los puntos de su equipo.

Al AXA Barcelona le falló todo, sobre todo su juego interior, y sólo Morandais salió de la mediocridad. Acker debutó anotando 10 puntos. Rudy Fernández abandonó la pista lesionado a cinco minutos del final del cuarto, pero la Penya supo administrar los 27 puntos de diferencia (58-31, min. 26).

El Tau Cerámica sumó una nueva victoria ante un rival madrileño, pero con más problemas de los esperados, al derrotar por 67-73 a un Fuenlabrada que llegó al último minuto con opciones de triunfo. El cuadro vitoriano tiró de talento ofensivo y apretó en defensa cuando realmente lo necesitó, haciendo estériles los esfuerzos de un corajudo equipo local que se encontró de salida con la losa de un parcial en contra demoledor (7-20, minuto 5).

Y en el partido que acabó cerca de la madrugada, el Real Madrid ganó un choque que no tuvo color. El Estudiantes afronta la campaña con el objetivo de cubrir un curso de transición. El Madrid decantó el choque (77-88) de su lado sin despeinarse. Nunca sufrió. Nunca sintió presión. Nunca dudó del triunfo. Alex Mumbru, el belga Axel Hervelle y el estadounidense Louis Bullock apuntalaron la victoria en los dos primeros cuartos de forma casi rutinaria. Sólo cumplieron con sus obligaciones, en ningún momento necesitaron alardes de ningún tipo. El Real Madrid de Joan Plaza es mejor que el Estudiantes de Mariano de Pablos. La calidad de los técnicos es una cosa. La calidad de la plantilla otra. El resultado final, muy probablemente, habría sido favorable para los actuales campeones ligueros si hubieran intercambiado a los entrenadores. El Madrid, una vez superado el mayor peligro, golpeó con criterio, sin obsesionarse ni confundir las cosas, conservó siempre una cómoda ventaja.