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Pierucci lleva más de una semana entrenándose con el Cerro. / C. M.
El nuevo desafío de Pierucci
TERCERA

El nuevo desafío de Pierucci

El último fichaje del Cerro deja atrás un pasado brillante al lado de figuras como Pizzi, Lequi o Aimar para acudir al rescate del club pacense

JAVI PÉREZ

Sábado, 13 de octubre 2007, 02:58

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Pierucci aportará al Cerro algo más que gol, que en definitiva es lo que anda buscando Tinín. Fernando Javier Pierucci (Arteaga -Santa Fe, Argentina-, 1979) es ese tipo de delantero argentino que creció como jugador a toda velocidad. El 'Pita' se dio a conocer como inician su leyenda las grandes figuras, con un gol en su debut en la Primera argentina ante Huracán. Aquel jovencito formado en la cantera de Rosario Central reclamó rápidamente la atención de Pekerman, quien no dudó en ofrecerle la albiceleste de la selección juvenil.

Sus actuaciones con los 'canallas' le auguraban un futuro brillante y su club viendo que la presencia de Maceratesi, Lequi, Fabianesi y sobre todo la reciente llegada de Pizzi cortaba su progresión le cedió al Universidad de Chile a la espera de que destapara toda la esencia que llevaba dentro, pero se quedó en eterna promesa. Ahora se dedica a dar lecciones de su clase alejado de los focos. Por suerte para el Cerro, que disfrutará de su fútbol y sus goles.

Experiencia cacereña

Después de probar fortuna por Ecuador, Italia y varias experiencias españolas en clubes modestos, ahora aterriza en Badajoz con cierta idea del nivel de la Tercera extremeña. «Estuve entrenando con el Cacereño el verano pasado antes de irme de Murcia. Sé que han bajado equipos de Segunda B y por ese motivo el grupo es más competitivo que otros años». Pierucci tiene tantas ganas de demostrar la clase que lleva dentro que llegó el jueves por la noche y el viernes ya estaba entrenándose a las órdenes de Tinín. El miércoles por la noche se enfundó la elástica albiazul en un amistoso en Talavera (1-4) y aunque no pudo marcar, fue su primera toma de contacto y se reserva para la Liga, que es donde de verdad hacen falta los goles. «Me he llevado una buena impresión del club. La directiva y los compañeros me han tratado muy bien. Ahora sólo espero corresponder entrenándome al máximo y rendir en el campo», señala el último fichaje del Cerro.

De su nuevo club reconoce que tenía referencias «por la gente que me ha traído acá» y desvela que «hubo posibilidades de venir en diciembre, pero al final no pudo ser y como había un par de argentinos en el equipo seguí su trayectoria». Desde la distancia se pudo formar la opinión de ver un «equipo serio, que quiere hacer bien las cosas y vamos a intentar devolverlo donde se merece».

El domingo pudo comprobar en directo en el empate ante el Jerez -«un partido muy parejo, cualquiera de los dos podía haber ganado», apunta- la necesidad del Cerro de lograr su primera en el José Pache. «Al equipo le falta encadenar dos o tres triunfos seguidos para saltar arriba y jugar más tranquilo. Ganando dos partidos se mete en el lote de los punteros».

Compañero y rival de Pizzi, el ex jugador de Barcelona y Tenerife le cerró el paso en Rosario Central. «Me pasé dos años en el banco de suplentes detrás de él», recuerda Pierucci. Sus apariciones con goles y de ahí a la Selección Sub 20 de Argentina. «No jugué el Sudamericano porque había que descartar a tres y yo estaba entre ellos». Con la albiceleste coincidió con Aimar, Milito, La Paglia... «Ya había debutado con Rosario y por entonces el nivel era parejo. Ahora están mejor que yo, pero al menos tuve la suerte de compartir con ellos aquella experiencia». El 'Pita' aporta cierta explicación sobre el giro que dio su vida desde entonces. «No sé si bajé el nivel, pero sí la motivación porque sabía que por muy bien que lo hiciera no iba a jugar, ya que tenía un 'monstruo' por delante. Por eso me marché a Chile y luego a Ecuador. Económicamente resulta más rentable jugar acá en estas categorías que allí en Segunda». Argentina es un auténtico vivero de talentos y a Pierucci le tocó vivir sus dos caras, la del ídolo local que promete y la del que tiene que dejar su sitio a otros que pisan más fuertes. «Rosario es un club muy competitivo. Como te duermas dos meses viene un chico desde abajo y te quita. Me pasó con Figueroa, que jugó en el Villarreal».

Pierucci ha asimilado con normalidad el salto de jugar al lado de figuras a estar ahora en el bando de los humildes. «Tengo las perspectivas más altas posibles. Uno sabe a lo que está. Tengo una familia que mantener y el sueldo es muy importante. Para mí lo mejor es haber venido al Cerro. Lo demás hay que dejarlo atrás», subraya.

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