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El base extremeño de los Raptors controla el balón desde el suelo, pero no pudo evitar la derrota de su equipo.|EFE
El Madrid también hace historia
BALONCESTO

El Madrid también hace historia

Consiguió la tercera victoria de un equipo español frente a uno de la NBA, los Raptors de Calderón y Garbajosa (104-103) Antes, Memphis dio una paliza al Estudiantes y la afición no se divirtió

AMADOR GÓMEZ

Viernes, 12 de octubre 2007, 14:26

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El Real Madrid también hizo historia ante los Raptors de Toronto. El campeón de la Liga ACB, el equipo más laureado de Europa, consiguió la novena victoria de un equipo del viejo continente y la tercera de un conjunto español sobre la NBA, tras las logradas por el Barça ante Filadelfia en 2006 y por el Unicaja frente a Memphis el martes. El Madrid, que llegó a perder por once puntos al comienzo del segundo cuarto, reaccionó con un gran baloncesto para remontar y cerrar a lo grande, en un intenso e igualado partido (104-103), una jornada que arrancó muy deslucida con el Estudiantes-Memphis pero terminó de forma brillante.

Al igual que le ocurrió en Málaga a la pareja Navarro-Gasol, la formada por Calderón y Garbajosa también cayó frente un equipo de la ACB, en este caso en la capital, y frente a un magnífico Real Madrid liderado por Bullock, máximo anotador del encuentro con 27 puntos. El irregular juego de Toronto fue superado por el talento de Bullock, el poderío interior del Madrid, que no echó en falta a Felipe Reyes, y el tiro exterior blanco, encabezado en esta ocasión por el sorprendente base catalán Sergi Llull, que anotó 17 puntos y triples en momentos decisivos.

El Madrid sólo perdió el primer cuarto ante los Raptors, que tuvieron en Bargnani (23 puntos), T.J. Ford (metió sobre la bocina el triple que dejó a un punto a Toronto) y Garbajosa a sus mejores hombres, pero no pudieron con el carácter, los numerosos recursos del equipo de Joan Plaza y su acierto en una formidable recta final. El Madrid no sólo ganó gracias al trío Bullock-Smith-Sekulic y a Llull, sino también a su casta y a su fortaleza mental y física. Hace 19 años el Madrid de Petrovic perdió ante los Celtics de Bird por 111-96, pero las diferencias entre Europa y Estados Unidos se han acercado tanto que, aunque sea en pretemporada norteamericana, en sólo dos días el equipo de Gasol y Navarro y el de Garbajosa y Calderón, que continúa progresando en la NBA, han sido derrotados por dos de los mejores equipos ACB. Garbajosa se quedó con 15 puntos y Calderón, que colaboró junto al ala-pívot madrileño en una remontada en el último cuarto (81-82) que no serviría para nada, se tuvo que conformar con sólo seis puntos.

Fiesta descafeinada

Dos décadas después, el Palacio de los Deportes de Madrid, que en 1988 acogió un apasionante duelo entre el Real Madrid y los Celtics de Boston, dos de los mejores equipos del mundo del momento, vivió este jueves una 'fiesta NBA' descafeinada. A pesar del regreso de Gasol, Navarro, Garbajosa y Calderón a Madrid y la expectación que había despertado la gira comercial de la NBA por la capital, se echó en falta el espectacúlo durante el desequilibrado Estudiantes-Memphis, que acabó con un contundente 73-98 a favor de los americanos.

El ambiente en las gradas sorprendió por su frialdad, y con tanta diferencia entre los Grizzlies y los colegiales, la afición no se divirtió en el partido que abrió la jornada. En un Palacio adormecido, sólo levantó la voz para abuchear a Milicic, por su histórica 'rajada' contra los árbitros tras la eliminación de Serbia en el Eurobasket, para aplaudir a la pareja española, y para reclamar a Navarro durante el tercer cuarto, porque el escolta catalán sólo había jugado 10 minutos en la primera parte y no estaba en el quinteto de Memphis tras el descanso.

Con más de 1.000 asientos vacíos y entradas a la venta, a pesar de que se había insistido en que estaban todas agotadas desde hace semanas y sólo se podrían comprar el mismo día en taquilla, el 'show' de la NBA hizo escala en Madrid rodeado de decepción. Se había insistido desde hace semanas en que no quedaban localidades, pero ayer jueves aún se podían comprar no sólo algunas de ellas en taquillas, como estaba previsto, sino también en las tiendas oficiales.

Incluso en la taquilla aún permanecía un cartel erróneo que rezaba «entradas agotadas"». Mientras, decenas de aficionados compraban localidades y cientos de ellos todavía hacían cola para entrar al Palacio, ya que las puertas abiertas eran insuficientes, cuando el encuentro entre MMT Estudiantes y Memphis ya debía haber comenzado. Sólo en teoría, porque el primer amistoso arrancó con casi un cuarto de hora de retraso, después de que Gasol y el estudiantil 'Pancho' Jasen (máximo anotador con 17 puntos) saludasen al público y el ala-pívot de Memphis calificase el partido como «muy especial» para él, «y para Juan Carlos».

Silbidos a Milicic

El caso es que Gasol acabó con 12 puntos en 20 minutos y medio, aunque los luminosos del Palacio siempre le dieron dos menos, aparte de seis rebotes; y Navarro, que como se esperaba no fue titular, después de los 21 puntos que logró ante Unicaja en su debut con Memphis, se despidió con sólo seis puntos y cuatro asistencias. Cuando Mark Iavaroni sentó por primera vez a Pau, con 9-22 en el marcador y tres puntos anotados por el jugador de Sant Boi, también hubo tímidos pitos para el técnico de Memphis. Sólo dos minutos después, con 9-24, salía a pista Navarro, recibido con una ovación, y el ex escolta azulgrana no tardaba en conseguir su primera canasta. Después se estancó, pese a los ánimos que recibió de parte de la grada. Al final, Navarro fue el jugador que Memphis que más actuó, ya que estuvo en pista más de 23 minutos.

Los gritos y aplausos en favor de Navarro, cuando Memphis ganaba por 37-66 y su entrenador no contaba con él, fue lo único que sonó con fuerza en el Palacio. Ante clima tan insulso en la pista y en las gradas, donde sólo se veían dos pequeñas banderas del Real Madrid y tres de Extremadura, en honor a Calderón, el 'speaker' debió pedir por megafonía un imposible: «!Qué tiemblen los cimientos del Palacio!». También tuvo que reclamar al público que animase cuando las mascotas de Grizzlies y Raptors salieron a la cancha para amenizar alguno de los intermedios o tiempos muertos. Los aficionados sí que reaccionaron cuando salieron las voluntarias, cortitas de ropa, y desde el parqué lanzaron balones o camisetas. Cualquier tipo de regalo era bienvenido para dar algo de alegría a un partido en el que Estudiantes ganó el segundo y el último cuarto (22-20 y 21-18), pero no tuvo alicientes, salvo ver a Gasol y Navarro, porque hubo contadas acciones individuales espectaculares.

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