La parsimonia del Real Madrid regala el empate al Lazio

El Madrid regaló el empate al Lazio por no esforzarse como es debido, dormirse en los laureles cuando se veía muy superior, y sufrir unos desajustes defensivos preocupantes. Gracias a la pegada de Van Nistelrooy, se adelantó por dos veces ante un adversario menor que no le encimaba, pero no tuvo el arrojo suficiente para sentenciar y sufrió el castigo merecido. Más allá de errores puntuales o de nombres propios que no dan la talla, el de Schuster es un equipo que juega al paso y al pie. Y ése, por mucha técnica que se posea, es un fútbol de otra época.

Este punto servirá quizá para conseguir la clasificación, igual también para acabar líder de grupo, pero es una miseria dada la enorme diferencia entre ambos clubes. Sin renunciar a las rotaciones, esta vez Schuster alineó un equipo más lógico. Con no ver al disperso Drenthe de medio centro sino en el banquillo, el once blanco ya chirriaba menos. Si acaso, sorprendía Sneijder escorado a la banda derecha y una pareja de centrales inédita pero en teoría de garantías, formada por Cannavaro y Heinze.

Ante un rival asustado que le miraba de lejos, el Madrid salió bien dispuesto. Se apoderó del balón, adelantó su línea defensiva y aceptó, gustoso, la iniciativa. Además, todo se le puso de cara enseguida, merced a una falta lateral que ejecutó Sneijder y, tras un error en cadena de la zaga, golpeó Van Nistelrooy casi sin querer.

En lugar de buscar la rápida reacción, los romanos siguieron a lo suyo. Y el Madrid, que ya ganaba y veía que por una vez Iker no sufría, pensó que le servía con poseer el balón.

Vulnerables

Sólo en tres minutos del primer tiempo los romanos aumentaron el ritmo, la presión, y se dieron cuenta de que si atacaban el rival era vulnerable. En ese lapso, Pandev erró un gol cantado, solo ante Casillas, el portero se lució en una parada de reflejos, a la salida de un córner, y el delantero macedonio ya no perdonó en el tercer desajuste defensivo consecutivo. Por suerte para los madrileños, los 'laziales' volvieron atrás.

Poco cambió el panorama tras el descanso. Los italianos esperaban y los españoles poseían el balón, pero lo movían con una lentitud desesperante. Ballotta, el 'abuelo' de la 'Champions' con 43 años, se adornó en un par de disparos de Van Nistelrooy, uno de ellos de chilena, pero se fue al suelo en el primer amago del 'tulipán', que definió tras un soberbio pase de Raúl. El Madrid se confió ante un rival que parecía rendido y Pandev le despertó con el empate final.