Secciones
Servicios
Destacamos
J. C. C.
Lunes, 1 de octubre 2007, 03:51
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La paranoia se instaló al terminar la carrera con la abundancia de rumores, desmentidos y correveidiles. La FIA echó la tarde en investigar posibles maniobras irregulares. Comenzó con Lewis Hamilton, a quien se vigiló en cámaras y telemetría por su actitud detrás del coche de seguridad. Sus frenazos en la vuelta 46 provocaron indirectamente el accidente de Webber y Vettel. Y pusieron su triunfo en la cuarentena de la vigilia. La FIA no le sancionó, ni siquiera le llamó para declarar.
La tarde de esquizofrenia se saldó, sin embargo, con dos sanciones. La de Vettel, con la pérdida de diez puestos en la formación de salida de la próxima carrera en China por embestir a Webber; y la de Liuzzi, que había puntuado por primera vez, y que fue castigado con 25 segundos por haber adelantado con banderas amarillas al alemán Adrian Sutil.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.