Carmen de Aguirre recibe hoy el Príncipe de Asturias al Banco de Alimentos

Hace 16 años que Carmen de Aguirre se convirtió en la presidenta del Banco de Alimentos de Badajoz. Quizás sea esa antigüedad la que ha hecho que sea una de las cuatro personas que recogerán hoy el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia de manos de Don Felipe en Oviedo. Junto a ella, el presidente de la federación nacional, José Antonio Bustos; el presidente del Banco de Alimentos de Asturias, Juan Núñez, y un voluntario de Barcelona estarán en el Teatro Campoamor.

José Antonio Bustos la llamó hace unos días por teléfono y le preguntó si le gustaría acompañarle a recoger el premio. La respuesta fue inmediata. «Sí». Aunque después sintiera algo de miedo por el compromiso que acababa de adquirir. Confiesa que en algún momento de los últimos años sintió las ganas de abandonar el cargo. ¿Cuándo? los días en que no recibieron, no le salieron los planes como tenía previsto o le dijeron que su labor era una tontería. «Ahora se ve que no lo es», dice orgullosa.

Este premio llega en un momento difícil para la organización. Cada vez más personas necesitan de su ayuda y cada vez reciben menos productos de las empresas. Su principal fuente de colaboración son los excedentes de producción, aunque la crisis está mermando las donaciones de las firmas.

Carmen de Aguirre afirma que «nunca ha visto una situación como esta». Porque si bien cuentan más peticiones que nunca, también están recibiendo mucha ayuda de particulares. Sobre todo, en los últimos días, tras varios llamamientos porque no había recogido todo lo que necesitaba para el reparto de octubre. En un campaña que han hecho este mes ha recolectado 15.000 kilos de comida. De hecho, los agobios que pasó en los días anteriores al último reparto no se repetirán. Al menos en noviembre. Diciembre, admite, será otra cosa. Recuerda que al ser Navidad le gustaría introducir algunos productos típicos de esa fecha en los lotes y pide más colaboración para ello. Necesitan alimentos no perecederos, pacenses que quieran hacerse socios y aportar alguna cantidad fija, y también el dinero que se pueda donar de forma esporádica, dado que cuesta mucho mover toda la organización.

Carmen de Aguirre cree que la actuación de los voluntarios es imprescindible. Cuenta con 30 personas fijas que trabajan de forma desinteresada en la ciudad. El número se multiplica por diez los días en los que celebran operaciones especiales de recogida de alimentos. Las próximas serán los días 9 y 30 de noviembre.

Está dispuesta a contarle toda esta experiencia a Don Felipe y Doña Letizia si le preguntan. «Hablaré lo que pueda y les invitaré a acudir a Badajoz, que necesita el apoyo de todo el mundo», decía ayer desde el hotel Reconquista.

El jurado del Príncipe de Asturias de la Concordia conocer bien su labor. Concedió este reconocimiento a la federación «como exponente de un esfuerzo internacional solidario para aliviar algunas de las necesidades más apremiantes de la población, hoy agudizadas por la crisis económica. Los donantes de alimentos y los voluntarios y organizaciones que los canalizan constituyen ejemplos decisivos y generosos de este esfuerzo altruista en favor de los demás», recoge el acta.

Al ser una de las premiadas, se hospeda en el mismo hotel que los príncipes y la reina Sofía. Anoche acudió a un concierto en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo que marcó el inicio de los actos. Hoy acudirá a una audiencia de los príncipes a los premiados. Entre ellos, el arquitecto Rafael Moneo, los futbolistas Iker Casillas y Xavi Hernández, el diseñador del videojuego Mario Bros Shigeru Miyamoto, el novelista Philip Roth y los movimientos Cruz Roja y Media Luna Roja.

Tras el encuentro, participarán en un ensayo general de la entrega de premios. A las seis de la tarde comenzará la entrega. La federación nacional recibirá 50.000 euros, un diploma, una insignia y una escultura de Joan Miró. Una recepción en el hotel en el que se hospedan concluirá los actos esta noche.

Carmen de Aguirre volverá entonces al silo del Nevero, donde almacena y distribuye los productos básicos para que 20.000 personas de la provincia y algunas localidades cercanas de Portugal pongan algo en su mesa a la hora de comer.