El colegio Juan Vázquez aplica un programa que facilita el aprendizaje

Los alumnos del colegio Juan Vázquez crecen y aprenden entre sonidos y signos. Están rodeados de fichas en las que las letras son las protagonistas y se someten a ejercicios sobre sílabas, palabras o rimas. Todo con el objetivo de desarrollar al máximo su capacidad lectora y escritora.

Los profesores de este centro educativo llevan varios años poniendo en práctica un programa de estimulación oral y reflexión sobre las partes del lenguaje denominado 'Disfrutamos hablando'.

El proyecto consiste en realizar diferentes actividades relacionadas con la conciencia fonológica para que los pequeños entiendan a la perfección que un sonido o fonema está representado por un signo o grafema que si se combina con otros forman unidades sonoras y escritas que permiten construir palabras. Mediante juegos, ejercicios, dibujos y otras acciones, los escolares van aprendiendo tanto a identificar como vincular todos estos elementos entre sí.

Si el niño no sabe establecer una correcta relación entre el sonido y la letra no podrá decodificar adecuadamente la palabra. Así, presentará dificultades para comprender una oración, lo que a su vez le afectará a la comprensión global del texto.

Precisamente, para evitar que esto ocurra los docentes de este espacio aplican este método que refuerza y desarrolla la capacidad del alumnado para reflexionar sobre los componentes del lenguaje oral como los fonemas, las sílabas o las palabras. Este sistema se puso en marcha en el año 2004 en los grupos de 5 años.

La iniciativa partió de Teresa García Rico, especialista en Audición y Lenguaje, que está al frente del departamento de Orientación y Logopedia del centro. «La conciencia fonológica es una de las tareas más importantes en Educación Infantil y primer ciclo de Educación Primaria para la adquisición de las facultades lectoescritoras. Por este motivo, hay que prestarle la debida atención, especialmente en el caso de alumnos que presentan necesidades educativas especiales», explica García Rico.

El objetivo de las actividades que se proponen es que los alumnos desarrollen habilidades para aislar sonidos, sustituir sonidos, añadir sonidos, identificar sílabas y conocer el número de sílabas que hay en una palabra, entre otros aspectos. De esta manera se favorece y apoya el aprendizaje de lectura y escritura en los más pequeños. Son ejercicios que se llevan a cabo en clase de manera oral y escrita. Sin embargo, desde hace poco estas acciones tradicionales se están complementando con nuevo contenido multimedia que se utiliza mediante soporte informático. Esta herramienta ha sido creada por tres profesores del colegio Juan Vázquez: Mari Carmen García Romero, Telesforo Guerra Moreno y Mari Paz Sánchez Ruiz.

«La idea era ampliar las actividades introduciendo elementos virtuales. De este modo el aprendizaje es más significativo y más motivador para el niño. Creemos que en todo este proceso el papel de las tecnologías de la información y la comunicación es fundamental por la cantidad de elementos visuales y sonoros que aporta, por su gran dosis de interactividad y porque constituyen un excelente medio para llegar a aprendizajes significativos», apuntan los autores de esta aplicación.

Este trabajo ha sido publicado en el portal Educarex con el fin de que otros docentes interesados puedan conocer en profundidad este proyecto así como acceder a las fichas de trabajo y a la guía didáctica para que el profesor tenga una referencia a la hora de seguir el método. «Se han incorporado refranes de Extremadura para que los niños trabajen las praxias (sílabas trabadas que los niños tienen dificultad de pronunciar), rimas, adivinanzas y cuentos», señalan.

El programa consta de tres bloques en los que el alumno hace hincapié en la conciencia del fonema, la sílaba y la palabra. Contiene en total 14 unidades distribuidas a lo largo de todo el curso (se da una unidad por quincena y se dedica unos 20 minutos de manera sistemática y diariamente). «Al inicio del curso desde el aula de logopedia se realiza una valoración inicial de cómo está el niño y a final del curso una evaluación de manera individual para observar su evolución», asevera la logopeda. Los expertos coinciden en que el resultado de este sistema es muy positivo. «Comprobamos que los niños mejoran en muchos aspectos, tanto en discriminación auditiva de los fonemas como en su identificación. Además, la aproximación a la lectura también les es más fácil», concretan. En definitiva, la herramienta acerca los sonidos a los alumnos de primaria.