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Bloque de viviendas ubicado en la avenida de Extremadura donde se produjeron los hechos. :: PALMA
REGIONAL

Una mujer, acusada de intentar matar al anciano al que cuidaba

Según la víctima, su cuidadora le arrancó en Plasencia la cánula que tiene en el cuello y que le permite respirar

ANA B. HERNÁNDEZ

Martes, 27 de septiembre 2011, 04:21

Ocurrió durante la madrugada del pasado viernes, en una vivienda ubicada en la avenida de Extremadura de Plasencia. Un ciudadano llamó a la sala del 092 y aseguró que tenía acogido a un vecino suyo al que su cuidadora había tratado de asfixiar.

En ese momento dos policías locales que estaban patrullando por la zona, avisados por la sala, acudieron hasta el domicilio del vecino que había hecho la llamada. Se encontraron con la víctima de la supuesta agresión, un anciano de 81 años que les contó que su cuidadora le había quitado la cánula de la traqueotomía con la intención de asfixiarle porque previamente le había amenazado de muerte. La víctima garantizó a los agentes que había pasado unos diez minutos sin la cánula, llegando por ello a peligrar su vida.

No tuvo duda alguna por ese motivo en interponer la correspondiente denuncia contra su cuidadora. Según la misma, la detenida comenzó a trabajar en calidad de interna en su casa el pasado 1 de septiembre, después de que se la presentara su hermana, quien con anterioridad había trabajado para él, también en calidad de cuidadora-empleada de hogar.

Su actual cuidadora llegó a su domicilio después del paseo habitual, siempre según el relato de la víctima, sobre las siete y media de la tarde del jueves y, sin decirle nada, se encerró en su habitación. Algo más de una hora después, el anciano llamó a la puerta de su cuidadora y no recibió respuesta alguna. Cuando eran cerca de las nueve y media de la noche, llamó de nuevo a la puerta de la habitación de la mujer y avisó de que iba a abrirla. Así lo hizo para reclamarle la cena mientras emprender el camino hacia la cocina de la casa.

La mujer le siguió y ya en la cocina comenzó a insultarle pidiéndole explicaciones sobre el porqué había abierto la puerta de su habitación y a amenazarle con expresiones como 'Te voy a romper el cayado en la cabeza', según la declaración del anciano. No obstante, la cuidadora le hizo la cena y después se volvió a su habitación.

Dos horas después, en torno a las once y media de la noche, llaman a la puerta de su piso de la avenida de Extremadura. Él abre la puerta y se encuentra con la hermana de la cuidadora, ambas colombianas, que entra en su habitación y después de quince minutos aproximadamente la abandona. Se despide del anciano y se marcha.

Una hora después, sobre las 00.30 horas, la cuidadora sale de su habitación, se dirige al comedor y vuelve a amenazar al anciano: 'Te voy a matar como vuelvas a abrir a mi hermana o a alguien'. Y entonces, de manera sorprendente se abalanzó sobre la víctima, que estaba sentado en un sillón y procedió a coger el cayado para golpearle. No lo pudo hacer porque el anciano también lo agarró con fuerza para evitar que de él se apoderara la cuidadora.

En ese momento, la mujer agarró la cánula que la víctima tiene en el cuello y que le permite respirar. El anciano le pidió con gestos a la mujer que volviera a poner la cánula en su sitio, pero no le hizo caso alguno. Por eso, se levantó y fue hasta el cuarto de baño para ponerse él mismo otra cánula. Lo hizo y aprovechó que la cuidadora se puso a hablar por teléfono para abandonar su casa, llegar hasta el piso del vecino y llamar a la sala del 092.

En estado de embriaguez

Cuando los policías locales accedieron al piso de la víctima, después de que ésta les contara lo ocurrido en la vivienda del vecino, se encontraron con que la cuidadora estaba tirada en el suelo, dormida detrás de un sofá. En ese momento, los policías la detuvieron por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa.

Es ya al mediodía del viernes, tras pasar la noche en los calabozos, cuando la cuidadora asegura que su hermana no fue a visitarla esa noche, que le preparó la cena al anciano, se la puso en la mesa de la cocina y comenzó a hablar por teléfono en el salón. Y se encontró, cuando terminó de hablar por teléfono, que la policía había entrado en la vivienda y que ella no sabía dónde estaba el anciano.

Reconoció que esa tarde había bebido alcohol -tres copas de vino según su declaración- pero que no tenía ningún problema con el alcohol y que suele beber dos veces a la semana. Negó haber insultado o amenazado al denunciante, así como haberle quitado la cánula.

Sin embargo, la hermana de la cuidadora, la que previamente le había facilitado el trabajo en casa de la víctima, declaró en la comisaría de la Policía Nacional, donde acudió acompañando al anciano, que cuando había ido a visitar la noche anterior a su hermana se encontró con que ésta estaba en estado de embriaguez y aseguró ante los agentes que su hermana, que no le quiso abrir la puerta, es alcohólica crónica y que se pone muy agresiva cuando bebe.

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