Norman Foster: «El talento es importante, pero lo es más el esfuerzo»

Ha sido un hombre que se ha hecho a sí mismo. Una persona que nació en el seno de una modesta familia de Manchester y que ahora se pasea por el mundo dejando huella de lo que mejor sabe hacer: edificios. La torre corporativa de Caja Madrid, el Palacio de Congresos de Valencia o el Metro de Bilbao son algunas de las piezas arquitectónicas que llevan su firma. Partidario del riesgo y de los materiales que ahorren energía, Norman Foster , de 74 años, ha viajado a Madrid para promocionar el documental '¿Cuánto pesa su edificio, señor Foster ?', un filme patrocinado por su mujer, la psicóloga española Elena Ochoa, que ha merecido el Premio del Público al Mejor Filme Europeo en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. Este viernes se estrena en cines comerciales de toda España.

La cinta comienza con una escena en la que aparece un nutrido grupo de esquiadores de fondo practicando este deporte. Uno de ellos es Norman Foster . «El deporte ayuda a mantenerse en forma, pero también sirve para imaginarme espacios, materiales, construcciones». Foster no para de trabajar, incluso cuando practica el esquí. Le gusta llevar una libreta y un lapicero en el bolsillo. «En cualquier momento puede surgir una idea y es preciso atraparla».

El documental comienza como acaba: con una carrera de esquí de fondo. En ambas aparece Foster. Es la metáfora de su vida: el esfuerzo, el afán de superación, el no rendirse nunca. Le diagnosticaron un cáncer y lo superó. Luego le dieron tres meses de vida y ahí sigue, ágil, sonriente, subiendo las escaleras como un chaval de veinte años. «Hay que luchar incluso contra los diagnósticos, porque los diagnósticos también se pueden equivocar».

1.400 empleados

La cámara de los cineastas Norberto López Amado y Carlos Carcas logran que el espectador «acaricie» la cúpula del Reichstag de Berlín, la torre Swiss Re de Londres, el Viaducto Millau en Francia o el aeropuerto internacional de Shangai. «Me impresionó ver mis edificios desde el aire; esos planos en picado me gustan mucho», afirmó un arquitecto que maneja continuamente conceptos como 'convivencia saludable', 'arquitecturas luminosas', 'innovación', 'redefinición' 'ahorro energético' o 'entornos sostenibles. «El talento es importante, pero lo es más la constancia y el esfuerzo», asegura un hombre que tiene a su cargo 1.400 empleados en diferentes estudios repartidos por todo el mundo y que ha recibido los premios más prestigiosos, como el Pritzker o el Príncipe de Asturias de las Artes.

Además de la obra, el documental muestra a la persona, aunque él no se de ninguna importancia. «De la misma manera que yo aprendí de los que me precedieron -Frank Lloyd Wright fue uno de sus ídolos de juventud-, confío que haya alguien que aprenda algo de mí». En la actualidad trabaja en la construcción de la Ciudad Masdar en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). Se trata del proyecto de una urbe en la que sólo se admitirán energías no contaminantes. Tampoco habrá residuos (se reciclarán). Una ciudad limpia y pura como los cielos por los que a Foster tanto le gusta volar. ¿Un sueño o una realidad? «Hay que arriesgar, aunque te equivoques; el riesgo crea futuro».