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El 5G, la próxima banda ancha para conectarlo todo

El 5G, la próxima banda ancha para conectarlo todo

La nueva generación de telefonía podría desplegarse en 2020, aunque aún no hay un estándar definitivo

Arantxa Herranz

Madrid

Lunes, 23 de octubre 2017, 10:17

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No hay fecha oficial de disponibilidad. Algunos hablan de 2020 como el año en el que esta nueva generación de telefonía móvil podría comenzar. Pero otras previsiones también señalan que en 2025 habrá 1.400 millones de dispositivos conectados a esta red 5G. Y eso que solo cubrirán un tercio de la población mundial.

Con 5G no solo se conectarán teléfonos móviles, sino también un montón de objetos, dispositivos y servicios como los automóviles, las finanzas, proveedores de atención médica, servicios públicos y otros sectores. Por hacernos una primera idea, las conexiones 5G están configuradas para ser aproximadamente tres veces más rápidas que las 4G.

Por eso, la GSMA considera que 5G es algo más que solo un salto generacional y que supone una transformación sin precedentes… pero sin suponer una ruptura. Es decir, se espera que 5G evolucione de forma natural a partir de las redes 4G existentes, aunque ofrecerá una conectividad de alta potencia instantánea a miles de millones de dispositivos.

Datos técnicos del 5G

  • Rápido: Un milisegundo de demora de ida y vuelta.

  • Capacidad: Ancho de banda de 1.000 por unidad de superficie.

  • Conexión: De 10 a 100 números de dispositivos conectados.

  • Cobertura: 100% de cobertura.

  • Consumo: Redución de un 90%.

Se insiste en que sin 5G no será posible hacer realidad muchas de las tecnologías y servicios de los que se habla actualmente. Es decir, que las ciudades inteligentes no lo serán tanto sin estas redes inalámbricas, capaces de ofrecer un mayor ancho de banda que permita una transmisión y comunicación de esos millones de datos que las harían posible. Así, mientras que ya estamos comenzando a ver un gran crecimiento en IoT y dispositivos inteligentes, la velocidad y la capacidad de 5G permitirán una llegada aún más rápida de este futuro conectado.

Además, las redes 5G también son la base para que las máquinas se comuniquen sin intervención humana en un Internet de las Cosas capaz de manejar una gama casi infinita de servicios. Facilitará una vida más segura, con redes de transporte más eficientes y rentables.

Según la Next Generation Mobile Network (organismo que se encarga de velar por la creación de los estándares móviles), 5G permitirá una sociedad completamente móvil y conectada, facilitando la creación de valor añadido en la sociedad gracias a modelos empresariales sostenibles. Entre los usos típicos de 5G se encuentran el acceso a banda ancha de alta capacidad y alto rendimiento en áreas urbanas con gran concentración de población, mayor movilidad de usuarios, internet de las cosas, comunicación extrema en tiempo real y comunicación ultra fiable.

Además, 5G será la base para innumerables nuevos usos gracias a una emergente variedad de aplicaciones. Por ejemplo, aplicaciones de vídeo sensibles al retardo, aplicaciones de entretenimiento de alta velocidad en vehículos y servicios de «movilidad bajo pedido» para objetos conectados. También habrá nuevos servicios habilitados en el área de salud y seguridad con requisitos extremos en términos de confiabilidad del sistema. Los servicios futuros se entregarán en un entorno completamente heterogéneo y una amplia gama de dispositivos, como teléfonos inteligentes, ‘wearables’ y Communication Type Machine.

Ventajas y desventajas

El 5G será significativamente más rápido que 4G, lo que permite una mayor productividad en todos los dispositivos capaces con una velocidad de descarga teórica de 10.000 Mbps. Además, con mayor ancho de banda se obtienen velocidades de descarga más rápidas y la capacidad de ejecutar aplicaciones de internet móvil más complejas.

Sin embargo, costará más desarrollar e implantar 5G y, de nuevo, veremos que no todos los terminales son compatibles con estas redes de nuevas generación, corriendo el riesgo de que se queden anticuados.

Además, algunos consideran que la llegada de 5G al espectro inalámbrico podría ponernos en riesgo de sobrecargar el rango de frecuencia. Y, sobre todo, uno de los principales obstáculos es que todavía no se ha establecido un estándar formal para 5G, lo que está frenando las inversiones de algunos operadores.

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