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La pulsera permite pagar en máquinas de 'vending', tiendas y restaurantes.
Ahora se paga con un giro de muñeca

Ahora se paga con un giro de muñeca

La banca apuesta por pulseras sumergibles en el agua que permiten comprar en todos los establecimientos que cuenten con tecnología 'contacless'

Edurne Martínez

Sábado, 9 de julio 2016, 01:14

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Ya estamos casi acostumbrados a pagar en tiendas y restaurantes pasando la tarjeta de crédito por encima del datáfono, casi sin rozarlo (de ahí el nombre de esta tecnología: 'contacless' o 'sin contacto'), por lo que es el momento de dar un paso más. También ha habido intentos por parte de BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y del Banco Santander de desarrollar su 'Wallet', para que en vez de la tarjeta, se pueda pasar el móvil por estos dispositivos TPV y ya tengamos la compra realizada. Se estima que cada mes se realizan más de 40 millones de compras con el móvil.

Hace dos años, La Caixa, una de las entidades más volcadas en conseguir el pago sin contacto en los comercios, se unió a VISA para presentar una nueva solución que no incluía tarjetas clásicas ni tampoco al smartphone como elemento de pago, sino que se trataba de una pulsera, que funcionaba como la tarjeta, pero con un éxito relativo.

Ahora, la entidad presidida por Patricia Botín se adelanta en la carrera por liderar la innovación de los medios de pago y "hacer la vida más fácil" a sus clientes a la hora de pagar, como afirma Diego Fernández Ortiz, responsable de Tarjetas de Santander España. Acaban de lanzar al mercado nuevas pulseras prepago que permiten pagar en cualquier establecimiento con sistema TPV 'contacless' (se estima que más del 83% de los comercios en España) con "un simple giro de muñeca".

Las pulseras se pueden recargar gratuitamente desde una app instalada en el smartphone de los clientes del banco hasta con 900 euros. Para compras inferiores a 20 euros no hará falta poner el PIN, por lo que con pasar la pulsera por encima del datáfono podremos pagar la compra.

Pero no es solo para comercios. También en máquinas de 'vending' se puede utilizar para comprar las bebidas o alimentos disponibles, y en los restaurantes, cines, teatros o cualquier establecimiento que cuente con un dispositivo TPV que permita el pago 'sin contacto'.

"La principal ventaja de la pulsera con respecto al pago con el móvil ('Wallet') es que, aunque el smartphone es algo que uno lleva casi siempre encima, la pulsera convierte ese 'casi' en 'siempre'", explica Ortiz. Al ser sumergible, es muy útil en la playa o para practicar deporte. Su mayor utilidad es si vas a estar mojándote pero quieres tener dinero disponible para alguna compra, como si vas en piragua y haces una parada para comprar alguna bebida, dice el responsable de Tarjetas de la entidad.

Esta tecnología se ha llevado a cabo entre Santander y MasterCard, asociados para impulsar la innovación en los medios de pago y avanzar en la oferta de una experiencia más sencilla, segura y rápida, dicen desde la entidad bancaria. Estamos sumergidos en un entorno de innovación en el que los pagos electrónicos ya están superando al plástico de las tarjetas, permitiendo realizar pagos a través de móviles o dispositivos inteligentes, asegura Ovidio Egido, director general de MasterCard España.

La pulsera, disponible en rojo, gris y negro, tiene un precio de 10 euros de emisión, y su mantenimiento es gratuito. Puede solicitarse en cualquier oficina del Santander, donde también se puede recargar, aunque se puede hacer asimismo desde los cajeros de la entidad, por teléfono o desde la aplicación móvil, desde donde también se puede consultar los movimientos, recordar el PIN y bloquearla en caso de pérdida.

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