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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Carlos Morán, director de Recursos Humanos de Cepsa.
«La gran virtud que tiene la tecnología es que humaniza la gestión de personas»

«La gran virtud que tiene la tecnología es que humaniza la gestión de personas»

director de Recursos Humanos de Cepsa

Edurne Martínez

Viernes, 29 de julio 2016, 16:43

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Desde el traslado a la Torre Cepsa hace ahora dos años, se han implantado en la empresa varias medidas de conciliación, destacando aquellas orientadas a mejorar las condiciones de trabajo mediante la flexibilización de los espacios de trabajo y en la distribución de las jornadas.

Cuando entras en sus oficinas, lo primero que te llama la atención es la ausencia de despachos y de papeles. La mayor parte de las 1.800 personas que trabajan en la Torre Cepsa en Madrid y en sus delegaciones comerciales no dispone de un puesto fijo; el diseño de sus plantas y la puesta a disposición de los empleados de las tecnologías más avanzadas permite que cualquier profesional pueda desarrollar sus cometidos a través de su ordenador portátil conectándose a la red wifi de la Torre desde cualquier punto de ella. Esto les permite movilidad horizontal absoluta, y poder trabajar desde cualquier lugar dentro de una planta, así como vertical, pudiendo hacerlo en cualquier planta.

Esta flexibilidad en los espacios favorece el trabajo colaborativo, permitiendo compartir la información y la transferencia de ideas entre los equipos, agilizando las relaciones entre las distintas unidades de la compañía y la toma de decisiones.

¿Cómo influye la tecnología en la flexibilidad laboral?

La gran virtud que tienen las nuevas tecnologías es que permiten humanizar la gestión de personas, aunque suene un poco paradójico. Con toda su potencialidad, la digitalización permite tratar a las personas de forma individualizada, que es una de las grandes claves de la buena gestión de recursos humanos. Muchas de las nuestras acciones van orientadas en ese sentido, por ejemplo el teletrabajo. A los directores de RR HH de empresas de hace 30 o 40 años también les gustaría que alguien desde su casa pudiera hacer su trabajo, pero no podían. Las tecnologías nos dan pie a ello, por lo que es importante ponerlas a disposición de la organización y de las personas. En mi opinión la innovación tecnológica debería estar al servicio de la gestión de personas y no al revés.

¿Qué tecnologías se están aplicando hoy en día que hayan supuesto esta evolución en las formas de trabajar?

Principalmente todas aquellas que permiten la movilidad del puesto de trabajo. Desde la digitalización de documentos eliminando el almacenamiento del papel hasta la sustitución del ordenador de sobremesa por los portátiles y la eliminación de los teléfonos fijos y su cambio por sistemas de telefonía "online". Con ello pierde sentido la asignación puesto-persona y el empleado queda liberado de su anclaje a un punto específico del centro de trabajo.

¿En qué cambia el día a día de un profesional?

Todos los profesionales tienen portátil de empresa, lo que les proporciona la movilidad espacial necesaria. Si esto lo acompañas de flexibilidad horaria total, tienes el kit completo. Un profesional de Cepsa puede desarrollar su trabajo desde cualquier lugar y en cualquier momento. Además hemos implantado una fórmula específica de teletrabajo un día a la semana para cada profesional que lo desee, medida que ha tenido una gran y amplia acogida. Así, gracias a la tecnología, un día de teletrabajo es como cualquier otro día. Desde el portátil se pueden comunicar tanto por el chat interno por escrito, como por la telefonía online incorporada en el mismo sistema "Skype for business", de modo que pueden convocar y atender reuniones por videoconferencia con total facilidad sin necesidad de estar presentes.

¿Ha sido difícil?

Esta idea la hemos trabajado mucho. Hemos estado un año desarrollando un proyecto piloto, perfilando la medida, formando a los teletrabajadores y consultando a compañeros y responsables de equipos sobre el impacto de esta modalidad. Los resultados han sido contundentes respecto a los beneficios obtenidos: facilita la conciliación, ahorra tiempo y gastos de desplazamiento, mejora la productividad y reduce costes operativos. El apoyo y compromiso de la dirección ha sido clave en la implantación de una medida que conlleva un cambio cultural en la gestión de personas importante.

¿Cuántas personas se benefician de esta política de teletrabajo?

De 1.800 personas que trabajan en Cepsa, 778 están disfrutando del teletrabajo, un 46% o 47%, un porcentaje altísimo si lo comparamos con fórmulas similares en otras empresas de España, que están en torno al 20%.

¿Cuándo surge esta idea?

La política de flexibilidad horaria la aplicamos cuando nos vinimos a trabajar a esta torre hace dos años. El cambio de oficina fue una palanca más que ayudó a impulsar el cambio de cultura iniciado con el impulso de nuestro nuevo accionista. Posteriormente, introdujimos un piloto de teletrabajo y el 1 de abril de este año empezamos ya el proceso de implementación. Desde el 1 de junio funciona plenamente.

¿Cuál fue la motivación?

La motivación viene dada de la complementariedad de lo que estábamos haciendo. Dentro del régimen de flexibilidad horaria, encajaba perfectamente el teletrabajo. Además, hace un año y medio nos certificamos como "empresa familiarmente responsable", y en el plan de acción correspondiente se apuntó que abordaríamos un proyecto de teletrabajo. Está demostrado que uno de los principales factores de atracción de talento en la elección de una empresa es la posibilidad de conciliar vida personal y profesional. Todos salimos ganando porque la persona puede hacer esa conciliación realidad y la empresa tiene un empleado más comprometido y feliz.

¿Cómo se consigue que funcione y no haya una disminución de la productividad?

Todo esto está basado en la confianza de la empresa con el individuo. No se puede pensar en experiencias puntuales excepcionales. Por el hecho de que de cada 100 personas tengas a alguien en la plantilla que pueda aprovecharse de la situación, no puedes desconfiar de las 99 restantes. Para que el profesional te dé confianza, tienes que ser tú primero el que le demuestres que confías en él.

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