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El equipo de Tecnoturbines en su centro de trabajo de Alicante.
Microturbinas contra el derroche de energía

Microturbinas contra el derroche de energía

Tecnoturbines ahorra enormes costes a las empresas recuperando la energía que se pierde en las redes de distribución de agua por el exceso de presión con un sistema de microturbinas

Edurne Martínez

Viernes, 15 de mayo 2015, 12:53

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Hasta ahora, toda la energía que se producía del exceso de presión en las redes de distribución de agua se perdía porque las válvulas reguladoras la disipaban. Con el objetivo de solucionar este problema y desarrollar la tecnología necesaria para ello, nació hace tres años Tecnoturbines, una 'startup' formada por cuatro ingenieros de Alicante que fabrican y comercializan una tecnología basada en un sistema de microturbinas que aprovechan la infraestructura hidráulica para generar energía eléctrica a partir de la mecánica.

El objetivo de esta empresa con sede en Barcelona es que las compañías que manejan los mayores volúmenes de agua en España, como las comunidades regantes, ahorren "mucho dinero" al instalar su tecnología. Así lo explica el director y cofundador de Tecnoturbines, Jaime Lledó, quien afirma que su sistema alcanza unos rendimientos globales del 75%. Esta herramienta utiliza el mismo mecanismo que el sistema KERS popularizado por la Fórmula 1, el frenado regenerativo.

"Le quitamos el exceso de presión al agua con una turbina que al girar proporciona energía mecánica que nosotros convertimos en eléctrica", señala Lledó. Así, independientemente de la velocidad a la que gire el generador, el sistema electrónico convierte la energía hidráulica en eléctrica fácilmente. Esta electricidad se inyecta posteriormente a la red eléctrica nacional para su venta directa o para el autoconsumo, con potencias que oscilan entre los 4W y los 500 KW. Este primer producto lo empezaron a comercializar tras una primera investigación de mercado en la que preguntaron sus necesidades a los potenciales clientes.

De esa primera interacción surge tanto el producto estrella de turbinas hidráulicas conectadas a la red eléctrica como las turbinas para carga de baterías. Éstas suponen una solución a los problemas de suministro energético en ubicaciones sin acceso a la electricidad con disponibilidad de recursos hidráulicos. Estas turbinas están especialmente diseñadas para cubrir "desde las necesidades energéticas más básicas de apenas unos vatios hasta las más complejas de decenas de kilovatios", explica la compañía. Por ello, Lledó afirma que lo más importante en sus comienzos fue "escuchar al cliente, ver qué necesita y, en base a eso, desarrollar el producto".

Y precisamente ésta es la ventaja que, según el cofundador de Tecnoturbines, tienen las pequeñas y medianas empresas sobre las grandes compañías: "La flexibilidad y la rápida adaptación a las diferentes circunstancias". Así, Lledó destaca que en su empresa no gastan tiempo y dinero en fabricar un producto y luego buscar dónde venderlo, sino que dedican todo su esfuerzo material y económico a crear la maquinaria que les han pedido.

"Nos hemos adaptado al mercado según lo que necesitaba y lo más rápidamente posible", explica el director de Tecnoturbines. Para él, lo más importante para que estas pequeñas empresas tengan repercusión en el mercado es la innovación y la rápida integración de sus productos en el sector al que se dediquen. La 'startup' alicantina, que nació en 2012 de la mano de cuatro socios ingenieros, cuenta hoy con un quinto miembro encargado de la parte económica de la empresa. Se trata de Jaume Bonet, quien desde hace un año y medio es el director financiero y asesor de Tecnoturbines. Bonet tiene más de 30 años de experiencia en ese puesto en diferentes empresas internacionales, lo que ayuda a la hora de presentar el producto a los potenciales clientes.

"Las canas son un factor fundamental cuando te enfrentas a una reunión de negocios", asegura Lledó, que explica que el director financiero, además de complementar la parte de negocio que a ellos como ingenieros les faltaba, da "seriedad" y "experiencia" a una empresa que lleva poco tiempo en el mercado y de la que algunos podrían desconfiar a priori. "Si vas a negociar un contrato al lado de una persona con recorrido y formación empresarial, el proyecto se vende mucho mejor", destaca el director de Tecnoturbines.

Ventas internacionales

La empresa ha facturado en 2014 alrededor de 85.000 euros. Aunque aún son cifras "lejanas a lo que esperamos conseguir más adelante", es un dato optimista, ya que en 2013 su facturación fue de cero euros, al pasarse todo el año "desarrollando el producto, pero sin vender nada a ningún cliente", asegura el director. Con estas cifras sobre la mesa, Tecnoturbines se plantea un futuro prometedor y esperan "conseguir las primeras ventas a nivel internacional durante los dos próximos años". Su objetivo es consolidarse en el mercado "en al menos cuatro de los seis productos" con los que contarán a final de 2015 en el catálogo de la compañía, llegando a "un nivel de ventas que supere los 750.000 euros a final de año".

La compañía quedó primera finalista en los premios Eco Emprendedor XXI de este año, lo que les ha ayudado a darse a conocer. "Un buen emprendedor debe saber convertir el impacto mediático que supone ganar un premio en impacto comercial para poder seguir desarrollando el proyecto gracias al aumento de las ventas o a los acuerdos importantes con 'partners' estratégicos", dice Lledó. Tecnoturbines ha pasado así a formar parte del programa de aceleración de 'startups' del grupo Fluidra y a contar con la multinacional como uno de sus socios.

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