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Tecnología para adelantarse a los terremotos

Superordenadores, Big Data y teléfonos inteligentes, los nuevos aliados para ganar algunos segundos a los seísmos

JOSÉ A. GONZÁLEZ

Domingo, 7 de febrero 2016, 07:39

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A lo largo del año pasado, el Instituto Geográfico Nacional registró un total de 24 terremotos por encima de los tres grados de intensidad en la escala de Ritcher. Pocos en comparación con otras regiones del mundo en las que las fallas tectónicas son más activas. Sin embargo, en la madrugada del lunes 25 de enero, a las 4.22 horas, la tierra volvió a temblar frente a la costa melillense. Los registros guardan memoria de un seísmo de 6,3 grados en la escala Ritcher y con epicentro en el mar de Alborán.

La segunda década del siglo XXI está dejando una serie de terremotos nada habituales en España: mayo de 2011, en Lorca (5,1 grados); julio de 2012, en el océano Atlántico y sentido en gran parte de Galicia (5,6 grados); enero de 2013, en la localidad jienense de Frailes (5,2 grados); diciembre de 2013, en El Hierro (5,1 grados), y febrero de 2015, en el pueblo albacateño de Ossa de Montiel (5,2 grados). «Esta acumulación de temblores en tan poco tiempo es por azar», señala, con todo, José Manuel Martínez Solares, jefe del área de Geofísica del Instituto Geográfico Nacional. «Llevamos mucho tiempo sin ellos, en otras partes están más habituados», afirma.

Eso sí, todos los expertos reconocen que predecir un terremoto es «prácticamente imposible», que tan solo data una predicción: China en 1975. «Estudiar algunos fenómenos, como el estrés de la falla puede ayudar», explica el geofísico. Aun así, desde Estados Unidos, continúan en su afán de adelantarse a los acontecimientos. La multinacional de los ordenadores IBM lleva trabajando varios meses en un ingenio llamado Watson. Este simulador recoge información de los sensores sísmicos repartidos por todo el planeta que, junto con teorías geológicas, es capaz de realizar grandes cálculos matemáticos para predecir catástrofes en un futuro.

Aunque otras empresas como Terra Seismic se atreven ya a predecir catástrofes gracias al Big Data y la observación con satélites. Los expertos de esta compañía, que se dicen capaces de predecir un terremoto entre 20 y 30 días, ya adelantaron los temblores en Japón, Italia e Irán.

Tecnología española

Lejos de Watson, el equipo de Manuel Esteve, catedrático en la Universidad Politécnica de Valencia, trabaja con algo tan cotidiano como los smartphones y aplicaciones capaces de funcionar como un sismógrafo, pero en este caso de bolsillo.

EQuake utiliza el acelerómetro de los teléfonos inteligentes para detectar posibles temblores terrestres. Ante un posible terremoto, el sistema filtra la señal registrada para descartar movimientos que no correspondan con un terremoto y la envía a un servidor intermedio de zona. «Por la posición de los teléfonos y el instante concreto en el que se detecta la aceleración se puede estimar la dirección en la que se desplazan las ondas y la velocidad de propagación de estas», explica el experto.

Para Esteve, EQuake «es una app de alerta temprana». Los usuarios reciben un mensaje cuando el sistema combina avisos de varios teléfonos. «Ganamos entre cinco y veinte segundos en la detección y eso es mucho tiempo», destaca. El funcionamiento de esta aplicación valenciana es similar a la de la red de sismógrafos del Instituto Geográfico Nacional, que emite una alerta de terremoto cuando «tres estaciones distintas registran un temblor», comenta Esteve. «En España hay alrededor de 80 estaciones en la actualidad», añade.

A pesar de que los expertos señalan esta concentración de terremotos como puro azar, Esteve pide más ayuda e interés. «Los políticos no hacen mucho caso ni se preocupan por ello. Los investigadores nos dedicamos mucho a estos estudios».

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