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Los piercings en la lengua, una de las causas de la halitosis.
Existen más de 80 causas que pueden producir halitosis

Existen más de 80 causas que pueden producir halitosis

Afecta aproximadamente al 20% de la población y no se trata de una enfermedad si no del síntoma o la señal de otra, en gran parte de los casos

redacción

Viernes, 4 de noviembre 2016, 10:21

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Aunque es sensiblemente superior en hombres, son las mujeres las que acuden más a la consulta a tratar los problemas del aliento en un porcentaje del 53% frente al 47% de los varones, según datos del Instituto del Aliento. Además, no existe un rango de edad predominante, ya que se puede padecer a cualquier edad, y afecta al 20% de la población.

La halitosis no es una enfermedad en sí misma, si no el síntoma o la señal de otra patología, por este motivo es necesario acudir a un especialista cuando el aliento huela mal para que identifique y trate la enfermedad subyacente. Además, la halitosis puede suponer un problema psicológico y de convivencia para la persona que la padece.

«Hay un gran desconocimiento entre la población sobre la halitosis. La consideran como algo menor o secundario, algo meramente estético o de falta de higiene bucal. Sin embargo, detrás de la halitosis se pueden ocultar enfermedades como puede ser una úlcera o incluso diabetes, siendo en este caso un síntoma que no se debe ignorar», afirma el doctor Jonas Nunes, responsable de la Unidad de Halitosis del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (www.cmed.es).

Orígenes frecuentes

Existen más de 80 causas que pueden producir halitosis, por lo que el diagnóstico es fundamental para elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente. Los orígenes más frecuentes son 6:

Boca: exceso de salivación, candidiasis, problemas gingivales, piercings linguales, etc.

Respiración superior: sinusitis, amigdalitis (aliento a podrido), respiración bucal, cáncer de laringe, etc.

Respiración inferior: neumonía, bronquitis, cáncer de pulmón, absceso pulmonar, etc.

Digestivo: úlceras, gastritis, reflujo gastroesofágico, Enfermedad Inflamatoria Intestinal, infección por Helicobacter pylori (aliento amoniacal), etc.

Sistémico: medicación, fiebre, hipoglucemia, diabetes (aliento afrutado), alteración hepática y renal (aliento urémico amoniacal), etc.

Neuropsicológicos: estrés, ansiedad, depresión y alteración del gusto en la boca (desgeusia), etc.

«Aunque en algunos casos el mal aliento se debe a problemas de falta de higiene o salud dental, existen otros muchos en los que los pacientes tienen una boca bien cuidada, no abusan del alcohol, el tabaco y comidas especiadas y aun así siguen sufriendo halitosis. Este es el grupo que padece un alto porcentaje de infradiagnóstico, ya que desconocen que pueda haber otras enfermedades que puedan provocar su mal aliento», declara el doctor Guerra Flecha, fundador y especialista en aparato digestivo de CMED.

La halitosis debe ser tratada por un profesional especializado que tenga a su alcance un equipo de médicos pluridisciplinar que sean los encargados de pautar el tratamiento dependiendo del origen del diagnóstico.

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