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Dentro de una maratón de donación de sangre

Dentro de una maratón de donación de sangre

Para mantener sus reservas, los bancos de sangre de los hospitales organizan eventos para captar donantes. Uno de ellos es el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, que incluye hasta un espectáculo de cabaret

L. ontiveros

Viernes, 29 de mayo 2015, 07:56

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El hall del Hospital Ramón y Cajal de Madrid reúne a una marea de gente que, por un momento, se detiene a observar un baile improvisado, realizado por los Teatros Luchana de Madrid. Entre los pacientes, los familiares y el personal sanitario, los actores resaltan, caracterizados como personajes de cuentos de hadas. Están la Bella, la Bestia, Alicia, el Sombrerero, el Gato con Botas y hasta una bruja. Su trabajo va más allá de entretener al público: busca animarlos a participar en la XI Maratón de Donación de Sangre que organiza el banco de sangre del hospital cada seis meses.

María Tenorio Núñez, facultativa especialista de Hemalotogía en el Ramón y Cajal, explica el por qué de este tipo de actividades: «Dos veces al año organizamos un evento para concienciar a la gente sobre la necesidad que hay de donar sangre», dice. «Ayuda a mantener todas las cirugías y las transfusiones de los enfermos. Pero hay más conciencia para el reciclaje de basura que para la donación de sangre, que no se puede confeccionar artificialmente. La donación es la única fuente de sangre y queremos hacer que sea parte de la vida diaria de la población».

La generosidad de los donantes garantiza la viabilidad de cirugías y del tratamiento quimioterapéutico, en la que los pacientes necesitan transfusiones. «Estamos entre los 800 y los 1.000 donantes por mes», asegura la doctora Tenorio.

«Son 20 minutos, en los que extraemos 450 ml de sangre, sin que suponga un riesgo para la persona, pues medimos la tensión arterial, la hemoglobina capilar y se rellena un cuestionario en el cribamos que no tenga ninguna enfermedad importante que pueda afectar tanto al donante como al receptor de la sangre».

Quiénes no pueden donar

Casi cualquier persona puede donar. ¿Quiénes no pueden hacerlo? Aquellos que tengan enfermedades infecciosas como hepatitis B o C, que hayan padecido tumores, o hayan sido ingresados recientemente. Tampoco quienes hayan sido intervenidos con cirugías mayores o colonoscopia en los últimos cuatro meses, las personas con anemia, las mujeres embarazadas o que estén dando el pecho, los que pesen menos de 50 kilos y los que hayan viajado a sitios exóticos en los últimos meses.

Ángel Pecha Román tiene 23 años, y dice estar muy concienciado con la donación porque es un gesto que «no cuesta nada. Siempre he querido donar, por eso cada 4 o 5 meses vengo al hospital y lo hago». Mientras Ángel espera, hay más gente rellenado el formulario para donar o en reposo para reponer fuerzas con un sándwich y un refresco. Entonces, llegan 4 actrices del Teatro Luchaba vestidas y maquilladas al estilo cabaret, que comienzan a cantar y a bailar a su alrededor.

«La gente más concienciada es la que ha tenido un familiar que ha necesitado una transfusión», asegura la doctora Tenorio. «Queremos que los jóvenes vengan un poco más. Hay mucha necesidad de sangre, es una necesidad básica para el funcionamiento de un hospital».

Razones para ser donante

El proceso comienza cuando el Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid emite un informe de las necesidades del grupo sanguíneo de cada día. Los hospitales reciben las donaciones y las remiten a ese mismo centro, donde se realiza siempre una serología, para descartar que no exista VIH, virus de la hepatitis B y C, y en el caso de que donante sea originario de una zona endémica, mal de Chagas o paludismo. Si saliera positivo, el servicio de salud se pondría en contacto con el donante para repetir la analítica y confirmar el hallazgo. Si volviera a salir positivo, se le informaría sobre lo que tiene que hacer sobre su dolencia y la donación desechada.

«En dos ocasiones me han tenido que hacer transfusión de sangre: cuando nació mi hija y cuando me operaron por endometriosis», recuerda Rosa García, auxiliar de enfermería en el Hospital Ramón y Cajal. «Uno de ellos fue a vida o muerte. Desde entonces decidí que iba a ser donante de sangre. Hay que tener voluntad y ser consciente que alguien la puede necesitar, así como tú también la puedes llegar a necesitar de otro». Y es que como explica la doctora Tenorio «con cada bolsa de sangre se ayuda a tres personas con las plaquetas, el plasma y los hematíes. Así que si quieres hacer algo para ayudar a la gente con este gesto lo consigues».

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