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Niños que sufren problemas en la espalda por culpa de los pies

Niños que sufren problemas en la espalda por culpa de los pies

Pie plano, cavo, valgo o varo, son algunas de las anomalías que pueden interferir en el correcto desarrollo del aparato locomotor de los más pequeños. El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana da unos consejos para detectarlas

REDACCIÓN

Jueves, 21 de agosto 2014, 17:52

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Se acerca la vuelta al cole y los padres salen a comprar zapatos nuevos para sus hijos. Pero los pies de los niños pueden ocultar algunas anomalías que podrían ocasionar molestias al caminar o, incluso, limitación de la movilidad. El Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) recomienda vigilar la salud de los pies infantiles antes de decantarse por un calzado o por otro. Los padres debe fijarse si el niño camina de forma extraña, adopta malas posturas o, incluso, que prefiera no practicar deporte, correr o jugar. Podría necesitar plantillas.

Cuidar la salud de los pies de los niños es clave porque están en edad de crecimiento y pueden generar problemas en otras partes del cuerpo como, por ejemplo, las piernas y la espalda, dice Alfredo Martínez, presidente del ICOPCV. Se recomienda un control periódico por parte de un podólogo para evitar consecuencias graves que afecten al aparato locomotor.

Aunque algunas anomalías son habituales a determinadas edades, otras requieren tratamiento. Las consultas más comunes son:

Pie plano: presenta nada o casi nada de puente y puede causar cansancio al caminar o dolor en la planta del pie. Requieren el uso de plantillas.

Pies planos patológicos: aparecen a partir de los 8 años. Limitan la movilidad y producen dolor. Pueden requerir cirugía.

Antepié aducto: la mitad anterior del pie mira hacia dentro. La causa puede ser una malformación de origen congénito o una mala posición en el útero. Normalmente se endereza solo.

Pie cavo: tiene exceso de puente. Es conveniente usar plantillas para acomodar las partes blandas y eliminar puntos de presión, que pueden resultar especialmente incómodos a la hora de hacer deporte. En los casos con deformidad progresiva o con dolor, debe descartarse una patología neurológica subyacente.

Pie varo: el talón se apoya por la parte externa, lo que requiere plantillas para corregir la pisada.

Pie equino: solo apoyan las puntas de los pies y no llegan a asentar el talón en el suelo. Se recomienda uso de plantillas. No se debe confundir con la tendencia transitoria de algunos niños de andar de puntillas, tendencia que desaparecerá y no puede persistir pasado los tres años de edad.

Pie valgo: apoya los pies sobre la parte interna del talón y el tobillo se va hacia dentro. Es habitual hasta los 3 años, pero si persiste más allá de los parámetros no fisiológicos, se corrige con plantillas.

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